La Fiscalía de Gipuzkoa ha remitido a la de Navarra las diligencias de investigación sobre el gran incendio forestal que entre el 20 y el 21 de febrero afectó a un total de 1.800 hectáreas repartidas entre Navarra, Gipuzkoa y el País Vasco francés. Según han informado a EFE fuentes del Ministerio Público, las Fiscalía guipuzcoana ha adoptado esta decisión después de comprobar que el inicio del fuego tuvo lugar en territorio navarro, tras lo cual se extendió al resto de lugares afectados.
La Fiscalía de Gipuzkoa inició sus pesquisas a raíz de una denuncia del colectivo ecologista Eguzki, así como por un informe sobre lo acontecido elaborado por la Diputación de Gipuzkoa. Eguzki presentó la denuncia al entender que, según las manifestaciones de "diversos alcaldes y otros cargos públicos", existían "suficientes indicios para pensar que los incendios que arrasaron casi 2.000 hectáreas fueron provocados".
La asociación conservacionista incidió en el hecho de que "la mayoría de las zonas afectadas" tenían en común "su naturaleza pública y la presencia de un uso ganadero", vía hacia la que apuntó para el inicio de una "línea concreta de investigación". Eguzki recordó además que "entre los lugares más perjudicados" por las llamas se encuentran tres espacios de la Red Natura 2000, concretamente, las Zonas de Especial Conservación (ZEC) del macizo de Larrun y Xoldokogaina, del río Bidasoa y de Aiako Harria.
En concreto, el fuego calcinó en Gipuzkoa unas 400 hectáreas, 275 de ellas públicas, propiedad del Ayuntamiento de Irun, y 125 privadas, todas ellas ubicadas dentro del parque natural de Aiako Harria, que por momentos se vio completamente rodeado por las llamas.
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El siniestro afectó a los bosques autóctonos siniestro afectó a los bosques autóctonos de robledal en Endara y en la zona del Bidasoa, que fueron los más dañados, aunque dentro del perímetro visible la vegetación se vio afectada de forma diferente según la especie, orientaciones, pendientes, velocidad del viento en el momento del paso del fuego, dirección y otras variables.
Los cinco días previos al incendio se registró un fuerte viento sur, que secó mucho la vegetación y la tierra, y el mismo sábado en el que se declaró el fuego las rachas alcanzaron 130 km/h con una humedad inferior al 40 %, una circunstancia que, unida a las fuertes pendientes, propició la propagación y la intensidad del fuego.