l reloj marcaba las 11.37 horas del 28 de febrero de 1971 cuando un tren que llevaba el número 212 y estaba compuesto por la locomotora ASEA y dos vagones partía de la estación de Zumarraga con destino a Maltzaga. Aquel viaje, con el durangarra Jesús Ariznabarreta a los mandos de la máquina y los bergararras Juan Bernales y Luis Iztueta Bolu como interventor y guardafrenos, respectivamente, no fue uno más de los miles que completaron el trayecto de la línea de 22,7 kilómetros inaugurada en 1889. Fue el último tren que circuló por la línea Zumarraga-Maltzaga que, al conectar las partes baja y alta del valle, pasó a conocerse como el ferrocarril del Deba.

La supresión a finales de 1967 del ferrocarril Vasco-Navarro que discurría entre el barrio bergararra de Mekolalde, Vitoria y Estella ya hacía presagiar que no le quedaban muchos años de vida a la línea entre Zumarraga y Maltzaga. Aún así, fue el descenso considerable de viajeros y mercancías, propiciado por la mejora de la red de carreteras y la aparición de compañías de autobuses como La Bergaresa, lo que acabó poniendo punto y final a la historia de una línea ferroviaria que, a pesar de su difícil trazado (para salvar el puerto de Descarga los trenes debían superar grandes pendientes y curvas con radios de más de 60 metros), tuvo una gran relevancia durante muchas décadas.

No en vano, en la estación de Maltzaga el tren enlazaba con la línea de Ferrocarriles Vascongados Bilbao-Donostia; mientras que en la estación de Zumarraga hacía lo propio con la del Ferrocarril del Norte (Madrid- Irún) y con la del Ferrocarril del Urola (Zumarraga-Zumaia). Todo ello, sin olvidar que en la estación intermedia de Mekolalde (Bergara) el tren enlazaba con la línea Estella-Bergara del Ferrocarril Vasco-Navarro.

Sea como fuere, acaba de cumplirse medio siglo del último recorrido de un tren por la línea que durante 83 años conectó el valle del Deba. El realizado por la máquina 212 fue... el último viaje con destino a Maltzaga.