epita, Mercedes o Dolores son algunas de las algodoneras, protagonistas a la sombra del proyecto Mujeres del algodón, cuya parte más visible es la exposición que ayer se inauguró en Bastero Kulturgunea de Andoain. En el contexto del Día Internacional de la Mujer, el objetivo es reconocer el papel de las mujeres que trabajaron en la fábrica de transformación de algodón de Andoain, más conocida como La Algodonera, que permitió la incorporación al mundo laboral de muchas mujeres de la época que se convirtieron en pioneras y referentes.

La diseñadora andoaindarra Fanny Alonso es la artífice de la muestra, que comenzó a gestarse como un proyecto de moda sostenible con una colección de prendas en algodón inspirada en los años 60. Sin embargo, la iniciativa ha ido hundiendo sus raíces en diferentes disciplinas artísticas como la literatura, la poesía, la fotografía, la ilustración o la música, que confluyen en la exposición que se puede visitar hasta el 20 de marzo. "El objetivo es recordar, emocionar, pero sobre todo, reconocer a las mujeres trabajadoras en general y en particular a las de La Algodonera. Todas las mujeres con las que he hablado me han contado una parte de su vida, que son historia de vida", declaró ayer Fanny Alonso.

En la muestra se pueden escuchar audios con los testimonios de trece mujeres que pertenecen a la última generación de trabajadoras del taller textil, que se mantuvo en activo desde 1857 hasta 1965. Asimismo, el proyecto incluye una canción creada por Nerea Bengoetxea, las poesías de la poetisa andoaindarra Nerea Tuduri, las fotografías y vídeo de Dabid Argindar, las ilustraciones de Maialen Porroy, y un libro escrito por la periodista Begoña Cabaleiro, que narra la historia de las trabajadoras y recoge testimonios de las últimas algodoneras.

María Rosa Suárez Zuloaga, nieta del pintor Zuloaga y propietaria de prendas confeccionadas en algodón que forman parte de la colección personal de su madre, Lucía Zuloaga, ha contribuido a la exposición con el préstamo de piezas que son verdaderas joyas. No en vano, en 1949 La Algodonera pasó a estar bajo la dirección de Enrique Suárez Rezola, casado con Lucía Zuloaga. "Mi madre estaba muy orgullosa del movimiento que surgió en Andoain y aquí viví una etapa fantástica en la que se iba a Suiza a comprar muestrarios de telas, de algodón... y con aquellos retales me hacían a mí vestidos", recordó María Rosa Suárez, que no quiso faltar ayer a la inauguración de la exposición.

La Algodonera fue una fábrica referente en Andoain. En la primera mitad del siglo XX, la mujer pasó de trabajar en casa a empezar a desempeñar una actividad fabril y con salario. La II Guerra Mundial llevó a muchos hombres en el frente y aceleró ese proceso, porque las mujeres se incorporaron a la necesaria mano de obra fabril. Además, la empresa andoaindarra se convirtió en toda una excepción, ya que comenzó a ofrecer a sus trabajadoras guardería y otros servicios para garantizar que pudieran compaginar su vida laboral y familiar desde 1920.

La diseñadora andoaindarra Fanny Alonso es la artífice de la muestra, que comenzó a gestarse como un proyecto de moda sostenible