LASARTE-ORIA - En su taller, ubicado en la esquina de las calles Pablo Mutiozabal e Iñigo de Loyola, se pueden ver jabones que encierran sorpresas en su interior, retratos, cuadros y sobre todo joyas y pendientes. Nerea Valverde incluso ha creado un libro con citas de su abuelo. Es una artesana y artista en el más amplio sentido, una creativa multidisciplinar que señala que el público empieza a valorar lo artesano.

¿Cómo comenzó a interesarse por la joyería?

-A mí siempre me han gustado mucho las manualidades. Estudié diseño gráfico y cuando lo acabé tuve un parón para pensar y hacer mis cosas. Entonces me interesé por la educación infantil y cuando fui a la escuela a una jornada de puertas abiertas, por casulidad encontré un ciclo de joyería y me apunté. Ahora estoy haciendo el proyecto de fin de grado.

¿Cómo se animó a abrir su propio taller en Lasarte-Oria?

-Mis padres tenían un pequeño local en el que mi madre y mi tía habían tenido una tienda de ropa de niños. Cuando se inauguró Urbil, todo el comercio local se resintió y mi familia tuvo que cerrar la tienda. Como el local estaba vacío, me dieron la oportunidad de montar mi taller. Antes trabajaba en casa, pero notaba que artísticamente no me podía explayar. Con ayuda de amigos hicimos las mesas y el diseño. En un principio quería hacer un coworking, ya que hay espacio y más mesas para gente que como yo necesita un lugar para trabajar. Hoy en día estoy con mi pareja, que es fotógrafo analógico, pero si alguien necesita un espacio puede acercarse.

¿Qué materiales emplea en sus joyas?

-Trabajo con plata de ley y también con materiales reciclados. Tengo amigos que patinan y cuando se les rompen las tablas de skate, estas suelen tener varias capas de madera de diferentes colores y con ellas hago pendientes. También he aprovechado una lámpara de araña antigua.

Su colección es muy ecléctica.

-Eso es. No me centro en algo, me gusta abarcar muchos estilos. En el proyecto de fin de grado, voy a hacer algo diferente, una crítica social. Voy a hablar de la migración, de las muertes en las fronteras, de los tipos de violencia que hay, del cáncer... todo eso a través de mis joyas.

¿Hay alguna pieza del joyero que sea su preferida?

-Lo que más me gusta hacer son pendientes y anillos, porque es lo más vistoso y con lo que más te puedes quedar con la gente.

¿Dónde se pueden encontrar sus trabajos?

-Generalmente en los mercadillos en los que suelo moverme por Gipuzkoa y tengo una cuenta en Instagram, que ahora está un poco en obras, pero pronto voy a sacar fotos a las piezas para que sea más visual. Me gusta mucho ir a los mercadillos, porque me da la oportunidad de explicar a los clientes cómo se ha fabricado cada pieza. El contacto directo con la gente es algo que siempre he visto en mi casa, gracias a la tienda de mi madre y de mi tía.

¿Qué proyectos tiene para el futuro? ¿Dónde le gustaría verse?

-Me gustaría seguir creando mi propia línea de joyas, vendiendo en mercadillos, en algunas tiendas y también online. Quiero hacerme una página web para poder abarcar a todo el mundo.