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San Pedro y su baño en La Concha

Pasai San Pedro celebra hoy el Aita Manuel Eguna, un día que estará marcado por la efeméride de la última bandera de La Concha ganada por la ‘Libia’ hace 25 años. Desde 1989 hasta 1994 la ondearon cuatro veces.

San Pedro y su baño en La Concha

Dentro de la 34ª Semana Músico Coral de Pasai San Pedro, hoy, en el V Aita Manuel Eguna, se conmemorarán los 25 años de la última bandera de La Concha ganada por los sanpedrotarras en el año 1994. Los eventos preparados contarán con la presencia de la mayoría de los remeros participantes en las banderas ganadas en 1989, 1991, 1993 y 1994.

De hecho, hoy a las 13.00 horas en la plaza de la Torre se llevará a cabo un encuentro conmemorativo con los remeros participantes en las banderas ganadas en esos años, una de las mejores épocas de la Libia.

Tal y como recuerdan en el pueblo, tuvieron que esperar 54 años, hasta 1989, para volver a ondear la tan preciada bandera de La Concha. “El sueño eterno para varias generaciones de sanpedrotarras que solo conocíamos la gloria de oídas, se hizo realidad y despertamos llorando de alegría. Los de la Libia ganaron los tres campeonatos y empezaron a causar sensación con su peculiar estilo de remar”, señala un vecino del distrito marinero.

En un diario de aquel 1989 se escribía lo siguiente: “¿Con qué se puede comparar la txanpa de salida de San Pedro? Quizás se puede equiparar con los pelotazos de Retegi II, al dominio de balón de López Ufarte, a la magia de Hollis, a las paradas de Arconada, y a la forma de subir de Marino Lejarreta. Se trata de algo que nunca nos cansamos de ver por muchas veces que se repita. A cincuenta y dos paladas por minuto en esa txanpa inicial no hay trainera que les aguante”.

En aquel año la rivalidad entre los vecinos San Juan y San Pedro estaba en lo más alto. Todos esperaban el único momento de verdad de toda la temporada, La Concha. La cátedra se inclinaba por San Pedro con seis y siete segundos a favor en las apuestas previas.

San Pedro salió en la primera tanda, lógicamente por la calle 1, y la ganó, pero San Juan que salió en la segunda regata se quedó solo a un segundo y poco de la Libia.

En la semana que transcurre entre la primera y la segunda regata había opiniones para todos los gustos, ya que estaba claro que la balanza se podía inclinar por cualquiera de los dos lados.

Por fin llegó el día en que se iba a disputar la tanda de honor. Según recuerdan en San Pedro, “la escasa diferencia hacía albergar grandes dudas a todos, pero enseguida se disiparon, ya que en menos de un minuto de regateo la ventaja de San Pedro era ya de una trainera”. “En ese pequeño intervalo de tiempo la bandera de La Concha había quedado vista para sentencia ante el júbilo de quienes solo conocían las hazañas de los sanpedrotarras por haberlas escuchado. En el umbral de la bahía se apreciaba claramente la ventaja de San Pedro. Fue una victoria clarísima de principio a fin. A la rampa del muelle llegó la Libia ondeando la bandera conquistada después de tanto tiempo”, relatan.

“Algunos remeros recordaban a sus aitonas, también remeros y ganadores. El cortejo partía hacia sus lares, a donde llegaron a media tarde. Nadie se había movido. La emoción embargaba a nuestros mayores, más de medio siglo había hecho falta para volver a sentir aquello que en su época había sido casi una rutina”, recuerdan. Por fin, lograda la bandera, sanpedrotarras de todas las edades compartían una misma felicidad.

Pero el de 1989 no fue el único gran éxito que cosechó la formación morada, ya que con pocos años de margen la recuperación de la bandera se extendió a tres ocasiones más; 1991, 1993 y, la última, 1994.

En 1991 se consiguieron ocho victorias y entre ellas la de La Concha. En la tanda de honor las cuatro tripulaciones marcharon emparejadas en el primer largo. Fue al salir de la ciaboga cuando se decidió todo al aprovechar la Libia una serie de olas mejor que las otras embarcaciones.

Conforme avanzaba el largo de retorno, San Pedro iba abriendo hueco y al final hizo un crono excepcional estableciendo una nueva plusmarca en el campo de regateo. Había logrado su undécima bandera de La Concha.

Apartado especial merece la segunda embarcación, la Kalparra que estaba cumpliendo a la perfección su papel de vivero y que fue la que nutrió a la Libia de siete remeros, permitiendo el relevo que se necesitaba en ese momento.

De hecho, en 1993, con una gran renovación en la tripulación, la Libia, se volvió a encaramar a la cúspide del remo vasco con una campaña de trece banderas de quince regatas que marcaban el sensacional balance de la cuadrilla de Julián Osa. Solo seis remeros y Fontán quedaban de años anteriores. El temido relevo generacional que parecía difícilmente irrepetible se hizo con éxito y con celeridad.

El último año en el que logró su bandera fue 1994 y se superó lo que parecía insuperable: los resultados del año anterior. Se consiguieron 16 banderas en 17 regatas. Además, en la segunda jornada de La Concha la primera que llegó a la baliza fue la Libia y lo hizo con tanto ímpetu que golpeó la baliza y se abrió una vía de agua en el costado de babor de la proa. La situación se convirtió en dramática y a punto estuvieron de hundirse. La afición veía cómo las otras tripulaciones se acercaban, pero la Libia a pesar de ese incidente consiguió llegar la primera.

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