alimentación. Los catorce productores que venden su género en La Bretxa volvieron a hacerlo ayer, tras tres días de parón motivado por el fuerte temporal que el domingo destrozó las carpas que los cobijan. En la mañana de ayer, las baserritarras retornaron a su emplazamiento, en una nueva carpa a la que se daban los últimos retoques a primera hora. La nueva protección provisional es más fuerte y tiene algo de espacio para la clientela. Una vez terminada la obra de La Bretxa, se reubicarán junto al edificio Arkoak, en la misma plaza. Foto: I. Azurmendi
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