La actuación que transformará el interior de la casa del faro de la isla para recibir la obra escultórica ideada por Cristina Iglesias quedó ayer iniciada de modo oficial. “Estamos manos a la obra”, señaló ayer la creadora donostiarra, que dijo sentirse “emocionada” en su visita a Santa Clara al día siguiente de la colocación de una gran grúa que permitirá ejecutar los trabajos. “Cuando la he visto he pensado que la gente va a ver la isla con una grúa, pero no es la única y está aquí porque se está mejorando y se está haciendo con toda la ilusión”, añadió.
Iglesias recalcó que, una vez finalizada la obra, “la isla seguirá siendo la isla”, ya que la intervención escultórica que ocupará el interior de la casa del faro no afectará al exterior del edificio ni al entorno, que quedará intacto, según los planes. “Nuestra intención siempre ha sido proteger la isla, ya que la obra atrae la atención sobre su carácter y es una reflexión hacia su protección y hacia la protección del mar”, dijo. “El mayor significado de la obra es que está en la mitad de la bahía como una plaza pública en mitad del agua”, destacó la artista, que insistió en que su creación “no perturba nada la imagen” del promontorio.
La escultora de renombre internacional se acercó a la casa del faro en compañía del alcalde, Eneko Goia; la concejala de Proyectos y Obras, Marisol Garmendia; el viceconsejero de Cultura del Gobierno Vasco, Joxean Muñoz; el diputado foral de Cultura, Denis Itxaso; el responsable de la zona Norte del Banco de Sabadell, Pedro Sánchez, y el director del Puerto de Pasaia, César Salvador.
financiación Los costes de la obra -por la que la artista no cobra dinero-, ascienden a unos 3,7 millones de euros. El Banco de Sabadell está a punto de cerrar un acuerdo de financiación y tanto la Diputación como la Fundación de la Capitalidad Cultural han comprometido distintas cantidades económicas, lo que reducirá la aportación municipal.
Junto al edificio ya en obras, Iglesias explicó a las autoridades la situación actual de los trabajos, que inician ahora su primera fase, que durará tres meses, y consiste en la demolición del interior del edificio y en la excavación del vaso sobre el que se colocará la pieza de bronce con relieves, que se construye actualmente en la empresa Alfa Arte.
Detalló también algunas cuestiones previstas como, por ejemplo, que el cierre de las ventanas será de alabastro y que las placas solares de la nueva cubierta serán traslúcidas, lo que ayudará a la entrada de luz natural, al igual que el lucernario. El motor que se encargará de mover el agua que subirá y bajará por la vasija en relieve es otro de los apartados de la obra.
Por su parte, el alcalde, Eneko Goia, corroboró la intención de la escultora de dejar la isla tal y como está en la actualidad y recalcó que se han elaborado estudios sobre su situación, con el fin de comprobar que, una vez terminada la actuación, el espacio natural no resulte afectado.
La incógnita sobre cómo se podrá acceder a ver la intervención escultórica de Iglesias fuera de la temporada de verano no quedó despejada ayer, aunque la fórmula finalmente elegida tendrá que ver también con la demanda de visitas que se registre, explicaron. El Aquarium será el encargado de gestionar las visitas al interior de la casa del faro, que no podrá acoger más de una docena de personas a la vez. Estas transitarán por una pasarela pegada a los muros, que permitirá contemplar desde arriba la vasija insertada en el fondo.
En el Aquarium, además, proyectará un documental sobre la obra artística y su instalación, y contará con una pequeña maqueta e información sobre cómo trasladarse hasta la isla, según detalló Iglesias.