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Con estas escaleras de Zumarraga no se atreve ni Sylvester Stallone

Stallone, en el papel de Rocky, hizo famosas las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia. Habría que verle subiendo las que van de Urdaneta a Orbegozo...

Con estas escaleras de Zumarraga no se atreve ni Sylvester Stallone

Las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia se encuentran entre las más famosas de la historia del cine, gracias a la película Rocky y varias de sus secuelas. En ellas, el boxeador Rocky Balboa, encarnado por el actor Sylvester Stallone, finaliza su entrenamiento por las calles de Filadelfia subiendo la mencionada escalinata. Una vez arriba, levanta los brazos. Se siente en la cima. Capaz de tumbar a todo el que se le ponga delante. Habría que verle en la escalinata que comunica el paseo Esteban Orbegozo con la avenida Urdaneta... En el Museo de Arte de Filadelfia hay más escaleras que en Zumarraga, 72 por 60, pero las de la localidad de Urola Garaia son más estrechas y altas. Seguro que Stallone no se atreve con ellas. Además, el hombre ya tiene unos años.

Tranquilo, Sylvester. No pasa nada porque no puedas. Muchos vecinos de Zumarraga tampoco se atreven con ellas. Joxe Mari Gabiria vive en la casa situada junto a la escalinata y reconoce que apenas la utiliza. “Yo creo que son muy pocos los vecinos que utilizan estas escaleras. A los que sí he solido ver en ellas es a los jugadores del Urola, no sé si de fútbol o de balonmano. De vez en cuando suelen subirlas, como entrenamiento”, comenta.

Gabiria, en cambio, suele evitarlas. “Las utilizo muy pocas veces. Cuando lo hago, llego arriba resoplando. Son muchas escaleras y bastante altas. Normalmente, cuando necesito subir a Esteban Orbegozo, me desvío hacia el polideportivo y subo por la cuesta. En Zumarraga no habrá ningún tramo de escaleras tan largo. En Urretxu sí hay uno, en la calle Labeaga (sale de la plaza Domingo Mendiaratz), pero no es tan visible como el nuestro”.

Personas mayores Marijose Cobos también conoce bien las escaleras de este reportaje, pues trabaja en la tienda de ropa para niños Kux-Kux. Esta tienda está situada en el punto donde arrancan las escaleras y desde el mostrador ve tanto a los que afrontan la subida con cara de resignación como a los que llegan abajo con cara de alivio. “Es una subida dura para la gente mayor. Afortunadamente, pusieron barandillas y suelen ayudarse de ellas tanto para subir como para bajar. Algunos suelen quedarse mirando para arriba antes de comenzar la ascensión, como cogiendo fuerzas. El otro día vi a una señora mayor con las bolsas de la compra y le ayudé a subirlas. La verdad es que no estaría mal que pusiesen un ascensor, al igual que han hecho en otras zonas del pueblo. Los escalones son estrechos y da un poco de vértigo bajarlos”.

Dani Orozco es de la misma opinión. Sabe bien de lo que habla, pues se encuentra entre las personas que más utiliza las escaleras: es testigo de Jehová y la comunidad de Zumarraga y Urretxu tiene su salón en la plazoleta situada a medio camino entre la avenida Urdaneta y el barrio Esteban Orbegozo. “Esas escaleras son un hándicap terrible para nosotros. Hay que tener en cuenta que en Urretxu y Zumarraga somos unos 60 testigos y la mitad tiene más de 65 años. Subir esas escaleras es un triunfo para ellos y bajar resulta muy peligroso. De hecho, una persona sufrió una caída. Ya hemos hablado del tema con el Ayuntamiento de Zumarraga. Hemos propuesto que se ponga al menos un montacargas”.

Jugadores de balonmano Los que no tienen queja de las escaleras son los preparadores físicos del Urola de balonmano: les vienen de maravilla para poner en forma a las chicas y los chicos del club. “En pretemporada solemos entrenar en esa zona del pueblo y en el estadio de Argixao. Subir las escaleras es un buen ejercicio”, comenta el presidente del club, José Ángel García Vara.

Todos los jugadores del Urola, menos los de la escuela de balonmano y los del equipo de categoría alevín, conocen bien las temidas escaleras. Cuando llegan arriba, no les dejan alzar los brazos ni disfrutan de las vistas. Al contrario que Rocky Balboa, tienen que seguir corriendo.

Hay más diferencias entre unos y otro: el boxeador de la película estadounidense tiene una estatua de bronce en la parte baja de la escalinata y los jugadores de balonmano de Urretxu y Zumarraga no. Además, los zumarragarras y los turistas no les imitan y después suben a Youtube los vídeos de la subida de la escalinata. Qué injusta es la vida...