A la sombra del ‘Mariñel’, recordando a Enrique Lekuona

Exactamente dos años después de haber perdido a Enrique Lekuona sus más allegados realizaron ayer un “humilde homenaje” a la sombra del Mariñel, el barco en el que tanto él como sus compañeros del colectivo Sustraia trabajaron tantas horas de forma voluntaria con el único propósito de que el legado de los arrantzales de Hondarribia no caiga en el olvido.

Uno de los miembros del colectivo Sustraia, Pío Pérez, fue el encargado de abrir el homenaje y afirmó que los dos últimos años ha sido “muy largos y muy duros”. “En muchos momentos hemos echado en falta su fuerza y su empeño en el trabajo; queremos que su familia sepa que lo recordamos”, continuó Pérez, en nombre de Sustraia, al tiempo que recordaba que “hace ya siete años comenzamos a trabajar en la recuperación del Mariñel”.

Desde el accidente en el que Lekuona perdió la vida, ningún miembro de Sustraia ha podido volver a subir al barco para continuar trabajando en su recuperación. “Nos da muchísimima pena ver cómo las banderas que ondean en el Mariñel se están convirtiendo con el tiempo en trapos viejos y cómo todo ese trabajo que realizamos se esta echando a perder”, aseguraba Pérez, para el que el barco se ha convertido ya en un símbolo de Hondarribia, “y los símbolos hay que cuidarlos y hacer que perduren”.

Seguidamente, tomó la palabra la hija de Lekuona, Itsaso, que explicó haber sentido “la necesidad” de intervenir. Tratando de no emocionarse, Itsaso confesó que la familia no ha transitado un camino sencillo en los dos últimos años, pero que al mismo tiempo se ha sentido muy arropada por la cercanía de los compañeros y amigos de Enrique, algo que agradeció profundamente. “Ojalá que el Mariñel siga adelante”, finalizó la hija del homenajeado.

Tras las palabras de Itsaso, los asistentes entonaron tres canciones: Loretxoa, Txoria Txori y Mendian Gora. “Enrique amaba cantar, por lo que no se nos ha ocurrido una manera mejor de rendirle homenaje”, mencionó Pérez.

Una vez finalizado el acto, otro de los miembros de Sustraia, Imanol Garmendia, hizo hincapié en lo “enriquecedor” que era tener a Lekuona de compañero. “Era ingeniero naval y los conocimientos que aportaba al colectivo eran valiosísimos, su pérdida ha sido irreemplazable”, declaró Garmendia.