En esta sección del periódico no nos cansaremos de repetir que el día de Santa Isabel en Zumarraga es la leche. Y no es forofismo. Es la pura realidad. El que prueba esta fiesta, se enamora de ella. Y se engancha. Que se lo digan al matrimonio vizcaino formado por Javi Hormaza y Marieli Elordui. Ayer cumplieron 50 años de casados y lo celebraron en Zumarraga. Ni en París, ni en Venecia, ni en Nueva York: en la romería de La Antigua, con sus hijos y nietos.

Hormaza jugó en el Athletic y después trabajó en Lezama, mientras que Elordui fue oficinista. Son padres del actor Asier Hormaza. Él es de Getxo y ella de Bilbao y se casaron en la Universidad de Deusto, un 2 de julio: la fecha en la que se celebra la romería de La Antigua. A Elordui le encanta bailar al suelto y sus amigos les recordaban siempre que en Zumarraga se celebra una romería la fecha de su boda. Hace 15 años decidieron venir y desde entonces no han fallado nunca.

Todos los años lo pasan en grande, pero tenían una espina clavada: querían que sus hijos conocieran esta fiesta, pero nunca habían podido venir. Asier, Onintze y Aitziber estaban deseando conocer esa romería en la que tan bien lo pasan sus padres y decidieron que en 2019, año del 50º aniversario de la boda, no podían fallar. Y no lo han hecho.

Como todos los años, Hormaza y Elordui vinieron de víspera (el lunes) y se alojaron en el hotel Etxeberri. Allí les estaba esperando un ramo de flores enviado por sus hijos, que confirmaba que este año tampoco podrían disfrutar de la compañía de Asier, Onintze y Aitziber. Así, siguieron con su plan habitual: fueron a la salve y después saludaron a algunos de los numerosos amigos que han hecho en Zumarraga.

Ayer, cuando bajaron a desayunar, se encontraron con una maravillosa sorpresa. “Cuando hemos salido de la habitación hemos escuchado un alboroto y me ha sorprendido, pues el hotel Etxeberri es un lugar muy tranquilo. Pero no le he dado más vueltas, pues ayer nos dijeron que había mucha gente alojada. Al bajar las escaleras me ha parecido ver a mi hermano... ¡y era él! Han venido nuestros tres hijos, los cuatro nietos, un hermano mío con su mujer y un amigo”, comentó Elordui.

La alegría que se llevó el matrimonio vizcaino fue inmensa, pero no acabaron ahí las sorpresas. Después de misa los dantzaris del grupo Irrintzi bailan el aurresku de honor a varias personas. La primera la elige el alcalde y la elegida fue Elordui. “Iba a ir al servicio y no me han dejado, porque sabían que me iban a sacar al tablado”.

Estaba emocionadísima. “No tengo palabras para agradecer a mis hijos el esfuerzo que han hecho para venir hoy aquí. Y también quiero dar las gracias al pueblo de Zumarraga, por cómo nos ha tratado desde el primer día en el que vinimos. Valoro enormemente cómo se conservan las tradiciones en Zumarraga, pues somos un pueblo al que le está costando un gran esfuerzo mantener su identidad”.

La familia disfrutó de todos los actos: los bertsolaris (que les dedicaron algún bertso), la comida que organiza el Ayuntamiento, la romería de la tarde...

Los hijos, emocionados Los hijos también estaban emocionados. “La ama y el aita nos han hablado mucho de esta fiesta y no es de extrañar. A nosotros también nos está gustando mucho. Y es muy emocionante para nosotros ver cómo les quiere todo el mundo”, comentaron.

¿Cómo no les van a querer, si llevan quince años viniendo desde Getxo a la fiesta que es el gran orgullo de los zumarragarras y la disfrutan y aprecian tanto como si hubiesen nacido en Eitzaga o Kalebarren? Javi, Marieli, nos sentimos afortunados por contar con amigos como vosotros.