donostia - El 8% de la población donostiarra está expuesta a niveles de ruido superiores a los recomendados. Así lo señala el Plan de Acción para la Mejora del Ambiente Sonoro (Pamas), que ha sido encargado por el Ayuntamiento de Donostia a la empresa ACC Centro de Acústica Aplicada, que presentó el pasado mes de noviembre el documento. El estudio se encuentra en exposición pública y los ciudadanos pueden presentar hasta el 5 de marzo sus aportaciones, con el fin de mejorar el diagnóstico. El fin último del trabajo es aportar criterios de actuación para que los niveles de ruido estén dentro de los límites aconsejados en todas las zonas de la ciudad.

Para conocer el nivel de sonoridad de las distintas áreas de Donostia, el trabajo tiene en cuenta los Mapas Estratégicos del Ruido realizados hasta el momento, en este caso en 2011 y 2017, que evidencian que se ha producido “una importante reducción de la población” expuesta por encima de los 55 decibelios nocturnos, que ha pasado de un 28% a un 8%, según señala el trabajo. En concreto, 13.545 personas estarían afectadas por estos excesos de ruido, de más de 55 decibelios por las noches.

En los últimos tiempos, las instituciones han ido tomando medidas para reducir el exceso de ruido. Pantallas acústicas junto a la variante y reducción de la velocidad autorizada en distintos viales (calles 30) han contribuido a calmar el tráfico y a reducir la sonoridad. En algunos casos, la sustitución del asfalto también ha contribuido notablemente a una menor sonoridad del tráfico.

Los resultados del último Mapa Estratégico del Ruido indican que el periodo nocturno es el más desfavorable en general, ya que es cuando más se incumplen los indicadores aconsejados. La excepción se sitúa en las viviendas afectadas por el tráfico ferroviario, que tienen sus peores resultados por las tardes.

Los focos de ruido que afectan a los residentes en Donostia proceden principalmente del tráfico viario de las calles, seguido del de las carreteras. El ruido de los trenes, por su parte, afecta al 1% de la población mientas que la industria no tiene afecciones relevantes en Donostia, según el trabajo.

El estudio no tiene en cuenta el ocio como fuente de molestias sonoras y, al contrario, las zonas peatonales aparecen como no afectadas por el exceso de decibelios. El trabajo reconoce que ello “puede chocar en algunos casos como, por ejemplo, en la Parte Vieja, donde la problemática del ruido es un aspecto principal”. “Este foco (ocio nocturno) no se tiene en cuenta en el mapa de ruido, ya que este representa niveles promedio anuales debidos al ruido de tráfico y de la industria. De ahí el interés de complementar la evaluación para el ruido del ocio y otras causas relevantes no incluidas en el Mapa Estratégico del Ruido”, aconseja el trabajo, que recuerda que el Ayuntamiento ha llevado a cabo estudios para conocer la situación real en la Parte Vieja.

Para estudiar el exceso de sonoridad, el Mapa de Ruido usa mediciones tanto a cuatro metros de altura en los edificios, como está estipulado en las distintas normativas, como más arriba en las fachadas, algo que no está exigido ni por la normativa europea ni por la estatal. Sin embargo, explica el estudio, estas mediciones ofrecen una visión “más realista de la afección acústica, sobre todo en municipios con alta densidad de población como es el caso de Donostia”.