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Ortopedia para un árbol

Uno de los ejemplares protegidos del paseo de francia está sujeto con cables como medida preventiva contra el desplome de sus ramas

Ortopedia para un árbol

Uno de los árboles de gran tamaño del paseo de Francia, situado frente a la estación del Norte, acoge en la actualidad unas fuertes sujeciones en sus gruesas ramas con la doble finalidad de evitar posibles riesgos de desprendimiento y de estudiar si el ejemplar, afectado por hongos, es capaz de mejorar su salud.

El árbol, un platanero de sombra, cuenta con una serie de cables situados a dos niveles, que persiguen mantener el ejemplar, que forma parte de la hilera que está protegida por el Plan General por ser “singular y de interés”, según explican fuentes municipales.

Este árbol, como los de su entorno, ha sufrido en los últimos tiempos a causa de las obras que le han afectado (bidegorri, estación de autobuses...) y ha perdido vitalidad, especialmente en sus raíces. Además, este en concreto tiene una herida muy antigua, que afecta tanto al tronco como a sus ejes principales y se ha detectado que ha empezado a estar colonizado por dos hongos xilófagos (que comen la madera). “Al carecer de la vitalidad suficiente, el árbol compensa a duras penas la pérdida de madera con nuevos crecimientos y aportes que refuerzen su estructura”, explican expertos en la materia.

Por ello, y para garantizar la seguridad en un lugar con numeroso tránsito de personas, ya que hay un bidegorri, una parada de autobús y un paso de peatones hacia la estación ferroviaria, el Ayuntamiento ha optado por colocar unos cables a modo de sujetadores para las gruesas ramas, tras llevar a cabo un estudio técnico sobre la actuación. “Así damos tiempo al árbol para que nos indique si es capaz de remontar y convivir con la presencia de los hongos que lo colonizan”, explican.

La medida preventiva dará así un margen al ejemplar para que los técnicos estudien su vitalidad y vean si es capaz de recuperarse solo. Sin embargo, habrá que esperar un tiempo para ver su evolución y actuar en consecuencia.

No es la primera vez que se utiliza esta técnica en Donostia, ya que es “habitual” en los casos en los que la estructura del árbol tiene puntos críticos y es necesario evitar el riesgo de desplome de una rama.

Las actuaciones con los árboles que pueblan las calles donostiarras acostumbran a resultar polémicas. Hay sectores que reclaman al Ayuntamiento que pode las ramas grandes de muchos de ellos mientras que hay también ciudadanos que critican la retirada de los ejemplares. El pasado 2 de febrero, sin ir más lejos, el viento derribó de cuajo un árbol de grandes dimensiones en la avenida de Tolosa, sin que se produjesen desgracias.