El Consistorio cierra el año con un superávit de 3,9 millones de euros

donostia - El Consistorio de Donostia cerró el presupuesto del pasado año con un superávit de 3,9 millones de euros, según informaron ayer el alcalde, Eneko Goia, y el concejal de Hacienda, Jaime Domínguez-Macaya, que destacaron “la buena situación económico-financiera del Ayuntamiento, que ha cumplido con los objetivos de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera”.

El superávit de 3,9 millones de euros es similar al anotado en los ejercicios anteriores, cuando las cuentas se saldaron con 3,5 millones de más en 2017, 3,9 en 2016 y 3,4 en 2015, según explicó el edil de Hacienda. La cifra corresponde al presupuesto del Ayuntamiento no incluye las cuentas de los catorce organismos y sociedades municipales, ninguno de los cuales cerró el ejercicio de 2018 con déficit.

Según las explicaciones del alcalde y del responsable de Hacienda, el superávit, que se incorporará al presupuesto de este año para proseguir con las inversiones, tiene varios motivos. Por una parte, el Ayuntamiento ha ingresado 10,8 millones de euros más de los previstos, de los cuales 4,9 millones corresponden al Fondo Foral de Financiación Municipal.

Entre las aportaciones suplementarias se encuentran 1,9 millones de más que han llegado desde el Impuesto de Actividades Económicas, que tiene distintas cuotas. Mientras las municipales están controladas, se ha experimentado una mejora en las procedentes de la Hacienda guipuzcoana y del Estado, lo que ha permitido engordar el capítulo, según dijo Domínguez-Macaya.

pisos turísticos Por otra parte, en la liquidación del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) han llegado 600.000 euros más y otros 500.000 más por la tasa de basuras. En este concepto se incluyen tanto el aumento de tarifas de los grandes productores como el cambio de tratamiento de los pisos turísticos, que han pasado a pagar esta tasa como actividades económicas y no como domicilios. Domínguez-Macaya manifestó que las viviendas que tienen licencia de pisos vacacionales, aunque no ejerzan como tales, están obligadas a pagar la tasa como actividad económica, según la ordenanza. “Y si no, tendrían que renunciar a la licencia”, señaló.

En el lado opuesto de las cuentas, el Ayuntamiento ha dejado de ingresar 26 millones que estaban previstos. Por una parte, no se ha formalizado aún la venta de Illunbe, dijo, y por otro, tampoco se han producido la venta de viviendas de Txomin a Etxegintza, algo que tendrá lugar este año.

Además, el Ayuntamiento tiene reservado un colchón de 20,6 millones de euros, para garantizar que los proveedores cobren sus facturas en un periodo medio de 39 días.

El ahorro también ha contribuido al superávit final. Se registró un gasto ordinario de 5,6 millones de euros menos de lo previsto (2,1 en personal, 2,5 en funcionamiento, 0,5 en subvenciones y 0,4 en crédito global) y el Ayuntamiento gastó 16,4 millones menos, por retrasos en obras y adquisiciones. Además, el presupuesto de 2019 incorporará proyectos de 2018 no ejecutados como el polideportivo de Altza, el asfaltado de calles, la cubierta de Martin Santos y las mejoras en el saneamiento, entre otras.

Por otra parte, Domínguez-Macaya destacó que el nivel de deuda del Ayuntamiento es “muy razonable” y se sitúa en el 33,3%, la mitad de lo autorizado.