bergara - El taller de manualidades enclavado en el bajo del número 24 de la calle Bidekurutzeta es un espacio donde la creatividad vuela por sí misma; donde la edad no es una barrera para trabajar y hacer crecer la imaginación. La arrasatearra Edurne Uribesalgo y la bergararra Helena Herreros llevan el timón de Izeder eskulanak, que atesora a sus espaldas más de 25 años de experiencia, los tres últimos en su actual ubicación. La primera estudió Magisterio, pero el trabajo como profesora “no terminaba de llenarle del todo” y se lanzó a hacer lo que más le gusta: crear con sus manos y enseñar a los demás a que lo hagan. Helena, a quien siempre le habían gustado las manualidades, tomó parte en uno de estos cursos y cuando le surgió la oportunidad decidió asociarse a Edurne en este negocio, al que le ponen muchas ganas e ilusión.
¿Qué tipo de cursos imparten?
-Helena Herreros (H.H.) y Edurne Uribesalgo (E.U.): En general abordamos el arte decorativo durante el curso que se desarrolla de octubre a junio. Decoramos objetos, los reciclamos, restauramos..., utilizando para ello numerosas técnicas y materiales, por ejemplo, pintura en lienzo, madera, tela, yeso o cristal. La moda marca también las tendencias en decoración. Mientras hace unos años tenía más presencia lo abstracto y moderno, han vuelto los estilos vintage y retro, los colores, las cosas más trabajadas... Tienen una gran aceptación las técnicas del decapado y transfer, esta última basada en pasar imágenes impresas en papel a diferentes soportes. Organizamos, a su vez, talleres monográficos, que impartimos nosotras mismas o con la colaboración de otras personas. Los últimos que se han llevado a cabo los ha dirigido Sara Galán -fundadora de La Niña Bonita-Espacio creativo con sede en Donostia-, y se han centrado en las técnicas de lettering y scrapbooking.
El programa está dirigido tanto a adultos como a niños.
-H.H. y E.U.: Así es. Abrimos por las mañanas y tardes. A los cursos de los adultos, mayoritariamente mujeres, asisten en torno a 40 personas, la más joven tiene 23 años y la mayor 84. Todavía tenemos plazas libres. Cuesta atraer más a la gente joven, tal vez porque hoy en día está muy ocupada y tiene otro tipo de hobbies. En cuanto a los niños y niñas, contamos con 42 inscritos de seis años en adelante, distribuidos en cinco grupos. En este caso, las plazas están completas.
¿Hay que tener una habilidad especial para empezar a hacer manualidades?
-H.H. y E.U.: No hace falta tener ninguna base ni habilidad especial. Cada cual lleva su ritmo, aunque la paciencia es una buena arma. Mucha gente cuando empieza lo primero que dice es que es “una negada para estas cosas”, pero cuando tiene entre sus manos su primer trabajo se da cuenta de lo que es capaz de hacer.
Más allá de fomentar la creatividad, ¿qué reporta el realizar trabajos manuales?
-E.U.: Además de mejorar la autoestima, permite abstraerse de las preocupaciones que podemos tener en el día a día, así como reunirse y hablar con otras personas. Hacer manualidades es una buena terapia.
Como profesionales que son también reciben encargos. ¿Qué clase de trabajos les piden?
-H.H.: Restaurar o reciclar muebles. Objetos viejos pasados de moda que ya no encajan en la decoración del hogar, los renovamos. Asimismo, nos encargan regalos para recién nacidos con su nombre como puede ser una cestita, una silla, una percha o una banqueta, y decoración para escaparates de comercios.
¿Qué trayectoria ha tenido Izeder eskulanak?
-H.H. y E.U.: Empezamos nuestra andadura en Artekale, después pasamos a Arruriaga, Telesforo Aranzadi, de nuevo Artekale y actualmente estamos en Bidekurutzeta -a este último local se trasladaron cuando la madre de Helena se jubiló del negocio familiar que regentaba-. Hemos pasado años complicados con la crisis, pero nos hemos mantenido y ahora estamos floreciendo bastante. Se han dado varios factores, los tiempos han mejorado, la propia ubicación nos hace más visibles, el escaparate... Tenemos que agradecer a la gente y, al alumnado en particular, la confianza que ha depositado en nosotras.
Hablando de escaparates, se han llevado el primer premio, además del que concede el público, del concurso navideño convocado por el Ayuntamiento.
-H.H. y E.U.: Sí, fue un chute de alegría. El escaparate es el modo de mostrarnos a la calle, de puertas para afuera. Nos sirve para exponer lo que hacemos, junto con los trabajos que realiza el alumnado.