oñati. Los disfraces pusieron ayer la guinda a las fiestas oñatiarras en el marco de la jornada de la Bixamon de Rosario, que volvió a teñir las calles de humor e ingenio. La mismísima Legión Oñate hizo acto de presencia con los restos del dictador Franco y su reivindicación de “trasladarlos a Aránzazu”. Una parodia que arrancó las carcajadas del público, aunque no fue la única. Hasta Oñati se acercaron unos tempraneros Reyes Magos que desfilaron acompañados de un séquito de tamborreros y el Belén Viviente, además de personajes de los cuentos como Blancanieves y los siete enanitos. Tampoco faltaron los guiños a la actualidad, y entre las cuadrillas se vieron apoyos a la lucha de los y las pensionistas. El bar Ongi Etorri, por su parte, se transformó en una escuela de tauromaquia con una cuidadísima puesta en escena por la que se dejó caer el torero Juan José Padilla. La fiestas se despidieron a lo grande. Fotos: A.D.
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