Trepidante y concurrida marea festiva
Oñati brindó ayer con sidra a ritmo de trikitixa y también de feria, que tiñó las calles de cultura y costumbres del caserío. La popular jornada de Herri Eguna nunca defrauda.
Un menú repleto de clásicos con muchos atractivos para una trepidante jornada: la de Herri Eguna. Oñati se sumergió ayer en una de sus citas festivas con más tirón. Apreciada por público de todas las edades. Talo, caldo, visita a la feria agrícola y de ganado, un paseo por el escaparate artesanal y degustación de sidra fue el guion que siguieron cientos de oñatiarras y otros muchos visitantes que se dejaron caer por la fiesta.
Los alrededores de la Universidad y su claustro fueron como de costumbre los escenarios para mostrar, y también vender, productos del caserío cultivados con mucho mimo, curiosas plantas y flores, quesos, tartas, rosquillas?, que compartieron protagonismo con los creativos y ocurrentes trabajos hechos a mano por una treintena de artesanos.
Niños, jóvenes y adultos se echaron a la calle para exprimir la fiesta por sus cuatro costados. Y mientras unos se deleitaban con alimentos de indudable calidad, otros se agolpaban en los alrededores de la exposición de ganado lanar, caballar, caprino y vacuno; sin duda, el recinto más reclamado por los txikis.
Pasadas las doce del mediodía, Foruen enparantza se transformó en una sagardotegi al aire libre. “Herri Eguna no hay que perdérselo, es un día para salir a la calle y disfrutarlo en cuadrilla”, declaraban al unísono un grupo de jóvenes. El multitudinario txotx popular, que alcanzó su 32ª edición, congregó a 26 productores que trabajaron sin descanso, descorchando una botella tras otra. Por sus mesas corrieron cerca de 2.000 litros del caldo guipuzcoano. Su suave y sabroso sabor, con notas amargas y un regusto agradable, regó los paladares de numerosas personas que ayudaron a complacer sus estómagos con un talo de chorizo o un pintxo de queso.
En cuanto a los certámenes agrícolas, el mejor lote de verduras fue para Ortuzabala, y el de frutas recayó en Felix Azkargorta (Iruatz). En el concurso de quesos, por su parte, se impuso Jesus Azkoitia (Goikoetxe), por delante de Juanito Urzelai y Nestor Alzelai.
Como cada año por estas fechas, Oñati se convirtió ayer en una gigantesca feria, que homenajeó la cultura y costumbres de los baserritarras al compás del txistu, las trikitixas y las gaitas. Hubo diversión a raudales, en una jornada tan multitudinaria como maratoniana.
dos últimos asaltos Hoy la fiesta continúa con el concierto de la banda (13.00) y el parque infantil que se instalará en Etxaluze. Tampoco faltarán las finales del torneo de pelota de San Miguel (17.00), el concierto de blues de la banda donostiarra Noa Volldamn&The Hell Drinkers (19.00), la verbena con la orquesta Tarantella y los bertsolaris de balcón a balcón (20.30), sin olvidar el espectáculo pirotécnico que recupera su formato en la Herriko Plaza (23.00). Errosaixoko Bixamona dará paso mañana a la despedida a ritmo de disfraces, mucho ingenio y humor.