Las paradas a demanda arrancan el viernes en el ‘búho’ antiguo-seminario
Mujeres y menores de 18 años podrán solicitar al conductor que se detenga para bajar en tres tramos del recorrido Dbus pretende ampliar el servicio a las demás líneas nocturnas más adelante
donostia - Las paradas a demanda de los autobuses urbanos de Donostia se estrenan pasado mañana viernes en la línea búho B-8 de Dbus, el trayecto para las madrugadas de los viernes, sábados y vísperas de festivos que conecta el centro de la ciudad con la zona este, pasando por Pío Baroja, la calle Matia, Benta Berri, Lugaritz, Seminario y Avanco-Aitzgorri. El búho B-8 sale los viernes del Boulevard con frecuencia de una hora desde las 0.30 hasta las 3.30 horas en verano y los sábados, cada media hora.
A partir del viernes, tanto las mujeres como los menores de 18 años podrán solicitar al conductor que pare en determinados tramos para bajar fuera de la paradas oficiales, aunque siempre dentro en unos recorridos concretos: de Duque de Baena a Pío Baroja, del Geriátrico hasta el Seminario y de Donosti Zahar hasta Portuene 21. Los tramos finalmente elegidos son algo más reducidos que los inicialmente anunciados en mayo, tras aceptarse las sugerencias de los conductores.
Una vez solicitada la parada al conductor, se tendrán que cumplir varios requisitos para que se lleve a efecto como, por ejemplo, que la acera tenga un mínimo de 1,5 metros de ancho, que la bajada del viajeros se produzca a más de cinco metros de un cruce o bifurcación y que no se obstaculicen accesos a edificios dotados de vado o el paso de personas al inmueble. El chófer, ademas, no parará en lugares donde se impida la visibilidad o tenga que hacer maniobras, ni tampoco en las isletas, las medianas, los pasos para los ciclistas o los pasos de peatones. Tampoco dónde esté expresamente prohibido parar. Las personas que usan sillas de ruedas deberán avisar al conductor cuando suban al vehículo por la rampa, con el fin de que éste les diga si pueden bajar el lugar solicitado o deben hacerlo en otro cercano.
El nuevo servicio de Dbus fue presentado ayer por la concejala de Movilidad, Pilar Arana, y el director de la empresa municipal, Igor González. Arana recalcó que “en todo momento, la última palabra la tendrá el conductor” y añadió que las intenciones de Dbus son extender las paradas a demanda a las diez líneas de búhos que conectan el centro de la capital guipuzcoana con todos los barrios en las noches festivas.
La corporativa dijo desconocer cuándo se podrá llevar a cabo la ampliación de servicio a los demás búhos y destacó que dependerá de distintos factores, como la cantidad de usuarios, los problemas que se detecten y la evaluación general de la iniciativa. No obstante, señaló que será necesario que pasen “el verano, el otoño y el invierno” para hacer una correcta valoración del servicio.
Arana añadió que, según cómo vaya el servicio, se dará respuesta a otras posibilidades. Por ejemplo, si es posible que otros usuarios se bajen en la parada solicitada por una mujer o menor de 18 años o si la medida se extenderá a otros colectivos, como el de los varones de avanzada edad. “Iremos viendo”, dijo la corporativa.
Por su parte, González explicó que no todos los conductores de Dbus trabajan en las líneas nocturnas y dijo que se dará un cursillo específico a los 23 que se ocupan de estos trayectos. Los vecinos de la zona a la que sirve la línea B-8 recibirán folletos en su hogar con todas las explicaciones con el fin de que los detalles del nuevo servicio sean bien conocidos.
Sexo y edad. Ser mujer, o varón menor de 18 años.
Modo. Solicitarlo personalmente al conductor con una parada de antelación y situarse en la parte delantera del autobús, por donde se bajará. En caso de ser usuario de silla de ruedas, hay que pedir la parada al subir al autobús.
Acera. El punto de parada deberá tener una acera de 1,5 metros de ancho como mínimo. No podrá bajarse en isletas, medianas, accesos a vados, pasos a edificios ni lugares prohibidos.
Visibilidad. El autobús no parará en lugares donde se impida la visibilidad o haya que hacer maniobras.
Lejos de los cruces. Deberá haber una distancia mínima de cinco metros a un cruce o intersección para que el autobús pare.
La concejala de Movilidad, Pilar Arana, subrayó que “el conductor tendrá la última palabra”, por lo que, en caso de duda, el usuario deberá obedecer las indicaciones del chófer.
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