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Antiguos pasadizos que renacen en Tolosa

Cinco pasadizos históricos vertebran la parte vieja de Tolosa y durante años han servido para facilitar las comunicaciones de los viandantes. El Ayuntamiento va a reformar dos de ellos, los más antiguos.

Antiguos pasadizos que renacen en Tolosa

En las entrañas de la parte vieja tolosarra fluyen pequeñas arterias, cinco pasadizos, algunos de ellos históricos, con elementos arquitectónicos y ornamentales que han forjado su solera a lo largo de los años. El Ayuntamiento va a proceder ahora a reformar dos de ellos, los más antiguos: el paso que une la calle Mayor con la calle Emperador y el que comunica la calle Mayor con la calle Korreo. Con un partida total de 175.508 euros destinada a reformar aceras y asfalto, se aprovechará para intervenir en otros dos puntos del ensanche, concretamente, en Batxiler Zaldibia y en Pedro Tolosa 5-7.

Además de las calles principales, el casco histórico cuenta con cinco pasadizos, atajos que durante años han servido para facilitar los tránsitos de los viandantes. Cada una con sus particularidades y su historia, muchos tolosarras echarían de menos estas pequeñas callejuelas si algún día desaparecieran.

Según el plan de reforma, en el pasadizo que empalma la calle Korreo y la calle Mayor se retirará el pavimento para conectar la red de suministros de ambas calles. Además, se reformarán las paredes con nuevos azulejos, se mejorará la iluminación y se tratará la madera de las entradas y el techo. En el pasadizo calle Mayor-Emperador la actuación será similar.

Aunque se desconoce la fecha exacta de su construcción, analizando el desarrollo urbano del casco histórico de Tolosa es posible que los pasadizos fueran construidos en diferentes épocas, siendo los primeros los tres más próximos a la torre de Andia. El primer núcleo de población urbana se desarrolló junto a esta torre y las construcciones se extendieron hacia el norte. Con el tiempo, una vez consolidado el paso principal norte-sur por la calle Mayor, el primitivo núcleo se extendió hacia el este, creando la calle Emperador.

Así se estableció la necesidad de una comunicación permanente entre las calles Mayor y Emperador. Teniendo en cuenta que la única forma de paso era bordeando la torre de Andia por su fachada sur, es más que probable que se decidiera crear el pasadizo que hoy se encuentra entre dichas calles, acogiendo en su interior el portal de acceso al edificio número 27 de la calle Mayor.

Dicho pasadizo, el primero que se reformará, es el más peculiar de todos, ya que tiene dos anchuras diferentes. Mide tres metros de ancho desde el acceso de la calle Mayor hasta el arranque de las escaleras de las viviendas y después, hacia la calle Emperador, continúa con una anchura de un metro. Tiene una longitud total de 16,75 metros y sus embocaduras son de 1,56 y 1,10 metros. Sus paredes son de mampostería de piedra, hoy enfoscadas con mortero, y el techo está construido con solivería de madera, que presenta un buen estado.

El segundo pasadizo que se va a adecentar es el que une la calle Mayor y la calle Korreo. Este paso se creó, a buen seguro, a raíz de un nuevo desdoble de la calle Mayor, esta vez hacia el oeste, propiciado por el aumento de la población y la consecuente ocupación de los solares próximos a la torre de Andia. Este paso se sitúa entre la calle Correo y la calle Mayor, entre los portales 28 y 32, y cabe destacar, además, que en el interior está el portal del edificio número 30. También se encuentra en su interior un acceso al bar Antiguo, actualmente cerrado. Destaca el portón de madera reforzada, siempre abierto, situado en su lado de la calle Mayor.

Asimismo, sobre la clave del arco de acceso al pasadizo desde la calle Mayor se encuentra un pequeño escudo labrado en piedra, que corresponde a las armas de los Perez de Rexil.

Este paso presenta, además, la peculiaridad de que su trazado no es totalmente rectilíneo, sino que a la altura del acceso al portal interior tiene un quiebro hacia la calle Korreo. Este desvío sería consecuencia de la necesidad de crear un acceso perpendicular desde dicha calle.

Calle Mayor-calle Emperador. Es uno de los más antiguos y el más peculiar, ya que tiene dos anchuras diferentes.Calle Correo-calle Mayor. En su interior contiene un portal y la entrada al bar Antiguo.

Calle Santa María-calle Emperador. Conocido como pasadizo

de Juanito Lope porque desemboca en la plazuela donde estaba el taller del escultor.

Plaza Nueva-calle Rondilla. Construido en el siglo XIX, su ubicación coincide con la situación

de una de las cinco puertas históricas de la muralla que rodeó Tolosa durante 500 años. Conserva una placa en la que se indica la altura alcanzada por el agua en la riada de 1953.

Calle Aroztegieta- calle Rondilla. Su construcción data del siglo XIX y está desprovisto de cualquier vestigio de antigüedad.