Síguenos en redes sociales:

Proyectan crear en Igeldo un nuevo circuito de tirolinas junto al parque de atracciones

Se ubicaría en el pinar de 11.000 metros cuadrados ubicado junto a la entrada del recinto y el restaurante Alaia El proyecto Canopy Donosti Aventura prevé un recorrido de dificultad baja y media para un público amplio

Proyectan crear en Igeldo un nuevo circuito de tirolinas junto al parque de atracciones

donostia - Un nuevo campo de tirolinas podría ampliar el parque de atracciones de Igeldo. Esa es, al menos, la intención de los impulsores del proyecto, los responsables también del asador Alaia ubicado a la entrada del recinto de ocio que llevan ya algunos años intentando materializar el plan en la parcela ubicada junto al citado restaurante.

El campo de tirolinas se ubicaría, concretamente, en un pinar con una superficie de casi 11.000 metros cuadrados de una parcela rústica no urbanizable y con protección paisajística, de ahí la necesidad de elaborar un plan especial de protección y conservación de la zona para poder construir el bautizado como Canopy Donosti Aventura.

El solar es propiedad de Monte Igueldo S.A., aunque la idea de las tirolinas parte de Adolfo Muriel, que alquilaría la parcela y gestionaría el circuito de aventuras. Él es cocinero, pero cuenta que le gusta “enredar” y emprender nuevos proyectos, aunque la gestión de las tirolinas estaría totalmente desligada del restaurante Alaia. Vio este tipo de parques en Costa Rica hace años y de ahí le surgió la idea de hacer algo similar en Donostia, teniendo en cuenta que la parcela contigua tiene posibilidades para ello y que no hay parques de aventura en el entorno más cercano.

Y es que Muriel cuenta que el proyecto viene de muy atrás: ya empezó a hablarlo con el Ayuntamiento en el año 2008, en época de Odón Elorza, aunque entonces se quedó sobre la mesa y con el Plan General del año 2010 la situación cambió. Muriel decidió retomar el plan más tarde, en el año 2015, aunque los trámites y trabajos previos están siendo bastante largos desde entonces.

Finalmente, ha elaborado y presentado su propuesta para el citado plan especial que espera, en estos momentos, el visto bueno ambiental por parte del Gobierno Vasco para poder proseguir su tramitación dentro del Ayuntamiento de Donostia.

El proyecto plantea crear un recorrido lúdico-deportivo con distintos niveles de dificultad (muy baja, baja y media) con intención de atraer a distintos tipos de participantes. “No pretendía construir la tirolina más larga ni la más dura”, explica el promotor, que añade que teniendo en cuenta que el público del parque de atracciones de Igeldo es bastante familiar, parecía más adecuado crear un circuito más sencillo y no un parque extremo, con un tipo de público diferente. “Podrán participar chavales desde diez o doce años en adelante, sin límite de edad”, cuenta el cocinero. La situación de la parcela, con vistas a la bahía por un lado y al mar abierto por el otro, sería otro atractivo del parque. “Es cierto que no subirán a mucha altura en los árboles, pero en realidad la sensación es mayor teniendo el mar ahí abajo”, cuenta.

seguridad El recorrido se formaría con distintas estructuras suspendidas de los árboles ya existentes (cuerdas, escaleras, puentes de madera...) a una altura de entre 2,8 y 3,5 metros, según se detalla en el proyecto. Serían varios tramos de alrededor de diez metros que irían formando un itinerario completo con unas catorce pruebas. Aunque hay distintos retos, la principal actividad es la tirolina.

Muriel explica que, además, ha prestado especial atención a los sistemas de seguridad, de manera que se instalará el cable conocido como línea de vida que protegerá a los participantes en caso de caídas u otros problemas en todo momento: será un cable corrido y el participante no tendrá que vincularse o desvincularse (ni podrá hacerlo) durante el recorrido, lo cual evitará errores o accidentes en el momento de atarse a él.

referentes Para diseñar el circuito Muriel ha contado con la colaboración del montañero y alpinista Miguel Ángel Vidal, también guía en el Himalaya, con experiencia creando parques similares en lugares como Lekeitio y que gestiona otro en Gredos.

Los elementos que se utilizarán para construir las pasarelas que pondrán a prueba la habilidad y equilibrio de los participantes serán madera, cuerdas de nylon y cables de acero, principalmente, además de pequeñas plataformas en cada uno de los árboles que ejercerán de punto de salida o llegada de cada tramo del itinerario. En ese sentido, los promotores del parque de tirolinas insisten en que el daño que se hará a los árboles será mínimo y en que se protegerán los troncos de la presión de los cables con elementos de madera, tal y como se hace en parques similares de lugares como Santander.

Para poder construir el parque sería necesario desbrozar el terreno, aunque se respetarán las especies autóctonas si no afectan al recorrido previsto, según afirma el proyecto. En principio, creen que será necesario talar 21 ejemplares (la mayoría serían pinos), aunque inciden en que cuatro de ellos están muertos. Los impulsores apelan a la “gran densidad de la masa forestal” de esta parcela para defender que las talas no supondrán un gran impacto en la zona. Añaden que utilizarán la madera y ramas de los árboles talados en el circuito o en su vallado para “mimetizarse” con el entorno. El desbroce permitirá, a su vez, acondicionar una senda natural de acceso al circuito.

apertura, ¿en 2019? Si no hay más retrasos y la tramitación del proyecto obtiene el visto bueno del Gobierno Vasco y el Ayuntamiento, Muriel espera poder comenzar las obras, que se prolongarían alrededor de dos meses, a finales de este año, para empezar a funcionar a principios de 2019 de manera más suave (los meses de invierno sería mucho menos frecuentado) y estar ya al 100% en Semana Santa y verano.

Debido a que el campo de tirolinas se ubica junto al parque de atracciones ya existente, se aprovechará su infraestructura, de manera que no será necesario construir nuevos accesos viarios o servicios, al margen de una pequeña caseta de madera prefabricada de 30 metros cuadrados como máximo en la que guardarán material y donde podrán descansar los monitores del itinerario de aventura.

Sí prevén aprovechar las antiguas cuadras de los ponis, a la entrada del parque de atracciones, para acondicionar en ellas la recepción del circuito de tirolinas. La memoria del proyecto incide en que la construcción de este parque potenciará el recinto de ocio de Igeldo, un importante recurso turístico de la ciudad.

De momento, el citado plan especial espera, por lo tanto, la evaluación de impacto ambiental correspondiente por parte del Gobierno Vasco, un trámite previo necesario para que el Ayuntamiento pueda aprobar el documento urbanístico que autorice la creación del circuito.

Nombre. Canopy Donosti Aventura es el nombre con el que ha bautizado el proyecto Adolfo Muriel, impulsor del parque de tirolinas.

Ubicación. El recorrido se situaría en un pinar ubicado junto a la entrada del parque de atracciones de Igeldo, entre la carretera de acceso y el restaurante Alaia.

Atracción. Se plantea un circuito de unos catorce tramos con distintos retos y pruebas construidos con cuerda, cables y madera. La mayoría serán tirolinas. Existirá la posibilidad de realizar un circuito de dificultad muy baja, baja o media.

Infraestructuras. Al ubicarse junto al recinto de atracciones, no será necesario crear accesos viarios ni nuevas infraestructuras. Sí que habrá que desbrozar la parcela para limpiar el itinerario entre los árboles que formarán parte de él.

Trámites. El plan especial de protección y conservación necesario para poder crear el parque de tirolinas en esta parcela rústica está en estos momentos a la espera del visto bueno por parte de las autoridades ambientales del Gobierno Vasco, antes de volver al Ayuntamiento para continuar su tramitación.