La gasolinera de Martutene desaparecerá para dar paso a un bloque de viviendas

El proyecto surge de la necesidad, por parte de la estación de servicio, de acometer unas obras de reforma importantes para adecuarse a la legislación actual y a los nuevos requisitos de seguridad que se establecen para este tipo de instalaciones. Concretamente, deberían sustituir sus seis tanques actuales por otros de doble pared. La intervención exigiría, además, actuaciones para recuperar el subsuelo que parece afectado por hidrocarburos y, consecuentemente, una reforma casi integral de la gasolinera.

“Sería una inversión muy importante para una gasolinera pequeña que ya no trabaja tanto”, cuenta Mikel Mendiburu, responsable de esta estación de servicio y también de la situada en la subida a Garbera, que reconoce que desde la construcción de la autovía del Urumea, el tráfico por el paseo de Martutene es mucho menor y las ventas de la estación de servicio lo han notado.

vecinos La ejecución de las obras y la modernización de la gasolinera supondría que la actividad de la estación de servicio perdurase durante décadas para poder amortizar los gastos y los responsables de la instalación eran conscientes de que los vecinos de la zona llevan tiempo reclamando la desaparición de los surtidores, por lo que decidieron acudir al Consistorio y plantearles la posibilidad de eliminar la estación de servicio y buscar alguna alternativa a la parcela en cuestión. El Ayuntamiento intervino y promovió un cambio de la calificación del suelo de industrial a residencial para sustituir la instalación actual por un bloque de viviendas.

En la memoria del proyecto se detalla que son tres las razones que han impulsado al Consistorio a promover esta alternativa: “La inadecuación de la ubicación de unos usos industriales colindantes a un equipamiento escolar, la innecesariedad de una estación de servicio en dicha ubicación y el manifiesto interés de los vecinos del barrio de Martutene en eliminar la actividad de estación de servicio existente”. Todo ello justificaría el interés público de la modificación urbanística. Los vecinos, incluso, promovieron una recogida de firmas para solicitar la eliminación de la gasolinera del entorno urbano.

La modificación del Plan General que se plantea para eliminar la estación de servicio afecta a una parcela de 1.824 metros cuadrados, donde se prevé la construcción de un bloque de seis plantas sobre rasante, en sintonía con la altura de los edificios colindantes. Para que la construcción no reste iluminación natural a las viviendas ya existentes se retrasaría unos metros del extremo de la parcela y se retranquearía la última planta. Quedaría, además, un espacio libre al sur de la parcela, en la confluencia entre la calle Tranbia y el paseo de Martutene, donde se propone la creación de una rotonda para ordenar el tráfico.

catorce viviendas Aunque el detalle interior del edificio dependerá del promotor que ejecute las obras si finalmente se llevan a cabo, se sugiere la creación de unas catorce viviendas con un tamaño medio de 85 metros cuadrados. También se prevén plazas de aparcamiento para coches y bicicletas. En total, se permitirá la construcción de 1.620 metros cuadrados de techo.

Antes de la construcción de este nuevo edificio, sería necesario, asimismo, intervenir para descontaminar el suelo, como suele ser habitual al desaparecer este tipo de instalaciones que han albergado tanques de gasolina y cuyo subsuelo estaría afectado por hidrocarburos.

Con la intención de cumplir con la legislación, que exige crear zonas verdes siempre que se aumente la edificabilidad, y debido a lo reducido del área afectada para ubicarlos en ella, como complemento de esta modificación del Plan General se hará otra en Puio para clasificar como zona verde una parcela de 324 metros cuadrados en una ladera. Junto al nuevo edificio del paseo de Martutene, de todas formas, sí se prevé una pequeña zona ajardinada en el extremo más estrecho del triángulo que forma la parcela, junto a la confluencia entre el paseo de Martutene y la calle Tranbia.

Martutene. La gasolinera Mendiburu trabaja en el número 89 del paseo de Martutene desde el año 1967 y es propietaria de los terrenos en los que se ubica. Inicialmente disponía de cinco depósitos de 20.000 litros, pero en 1977 se amplió a uno más de 30.000.

Reforma. Todos los depósitos son de simple pared y según la normativa vigente, de 2014, deberían ser sustituidos por otros de doble pared. Además, según la memoria del proyecto para transformar esta zona, la obra requeriría también la recuperación de suelo, puesto que podría haber una afección generalizada por hidrocarburos en el subsuelo. Son obras importantes que implicarían la reforma prácticamente total de la estación y que, en caso de hacerse, implicarían que la estación debería seguir trabajando durante décadas para poder amortizarlas.

Ayuntamiento. El Consistorio considera que no es adecuado mantener una estación de servicio junto a un centro escolar (Arantzazuko Ama), no cree que esa actividad sea necesaria en estos momentos en ese lugar y ha tenido en cuenta que los vecinos de la zona han solicitado la eliminación de la gasolinera incluso con una recogida de firmas. De manera que creen que existe un interés general para promover el cambio de uso del suelo que permita sustituir la estación por un bloque de viviendas.

Viviendas. El proyecto inicial prevé crear un edificio de seis alturas sobre rasante que albergaría alrededor de catorce viviendas. El último piso estaría retranqueado para no restar iluminación natural al edificio ya existente junto a la gasolinera.

Suelo urbano. Además de la de Martutene, se sitúan en suelo urbano la de Errondo, Bidebieta, las dos de Gros (en la avenida de Navarra y avenida de la Zurriola) y las dos de Errotaburu.

Viales. A ellas habría que sumar la de la subida de Martutene a Garbera, la del acceso a Mercabugati en Lasarte-Oria (en suelo de Donostia), la de Oriamendi y las dos de la subida a Hospitales.

Centro comercial. Completa la red de gasolineras de la ciudad la estación de servicio de Garbera.

Desaparecidas. Entre 2006 y 2007 se cerraron cuatro gasolineras ubicadas en el entorno urbano: las de Jai Alai y Easo, por orden judicial y por carecer de la licencia municipal correspondiente, la de Ondarreta cuando se les negó la autorización para ampliarla y la de la calle Prim, por falta de rentabilidad, según sus gestores.