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El Urola vuelve de Lloret de Mar con un sabor agridulce

Las diferentes categorías realizaron un gran papel, pero un jugador cayó lesionado

El Urola vuelve de Lloret de Mar con un sabor agridulceFoto: Urola

zumarraga - Todos los años pares, el Urola de balonmano participa en el torneo de Lloret de Mar. Este año el club ha acudido con cinco equipos. La expedición ha vuelto con un regusto amargo, pues aunque los cinco equipos han realizado un gran papel, un chaval ha sufrido una lesión.

El incidente se produjo en uno de los partidos del equipo infantil masculino. El jugador Pablo Gereta y un contrario se lanzaron a por un balón, con tan mala suerte que el del Urola recibió un rodillazo en un costado. Se le produjo una herida en un riñón y ha estado hospitalizado en Girona. Ayer lo trasladaron al hospital de Donostia. Afortunadamente, se encuentra fuera de peligro.

En lo que respecta al aspecto meramente deportivo, los jugadores de Urretxu y Zumarraga ofrecieron un gran nivel. El equipo cadete femenino se impuso en su categoría, el juvenil llegó a la final y un equipo cadete masculino se clasificó en el tercer puesto. También participaron otros dos equipos: otro cadete masculino y el infantil masculino. Además, a Gereta le dieron el premio al juego limpio.

105 personas Se desplazaron un total de 105 personas, entre jugadores, entrenadores, delegados y familiares. José Angel García Vara, presidente del Urola, se muestra apenado por la lesión de Gereta, pero satisfecho por la experiencia vivida. “Los chavales han dado un gran nivel. Los infantiles, por ejemplo, eran un año menores que el resto de los participantes y a pesar de ello quedaron séptimos”.

Pero lo más importante es que hicieron muchos amigos. “Muchos equipos nos han ofrecido participar en sus torneos y otros nos han propuesto intercambios”, comenta García Vara.

El equipo de balonmano de Urretxu y Zumarraga es un clásico de este torneo. El objetivo de este viaje suele ser que los jugadores del club vivan nuevas experiencias, aprendan a convivir y se relacionen con jugadores de otros equipos. El equipo cadete femenino, por ejemplo, jugó contra un equipo danés.

La participación en este torneo de carácter internacional les permite también conocer nuevas técnicas y tácticas. En la competición doméstica se enfrentan siempre a los mismo equipos y acaban conociendo al dedillo sus sistemas de juego.