Un siglo detrás del mostrador
Un libro recoge las historias de 24 familias ligadas a lo largo de cien años al comercio en Tolosa. El Ayuntamiento rendirá un homenaje a estos establecimientos centenarios el próximo 27 de noviembre, en el Zerkausia.
Un siglo de vida los contempla. Testigos de excepción de la transformación de Tolosa, la villa puede presumir de tener una buena muestra de comercios históricos. Malumbres, Gorrotxategi, Olarreaga, Amiano o Longarón son algunos de los apellidos ligados al comercio, haciendo de la cercanía y la experiencia marca de la casa. Un libro recoge ahora las historias de las 24 familias, motivo que el Ayuntamiento no quiere desperdiciar para rendirles un homenaje el 27 de noviembre, en el Zerkausia (20.15 horas).
Las preciosas fotografías de Joseba Urretabizkaia acompañan en la publicación a los textos que firma Joxemi Saizar. “La primera condición era que fueran comercios familiares, es decir, que a lo largo de la historia hayan estado siempre ligados a la misma familia, y la segunda que ronden los cien años, lo cual significa que hayan pasado por él tres generaciones, aunque por algunas han pasado cuatro y cinco”, explica el autor de los textos.
Reconocen que no ha sido fácil dar con las fechas exactas de apertura de algunos establecimientos, porque en muchos casos no hay documentación. “Algunos tienen guardadas facturas antiguas, pero para deducir las fechas también hemos recurrido a publicaciones de la época, como los programas de fiestas, donde los comercios insertaban anuncios”, explica Saizar.
En total son 24 los comercios antiguos que incluye la publicación: Aizpurua, Amiano, Arregi, Ayerza, Bronte, Eceiza, Gabirondo, Gorrotxategi, Ibáñez-Gozona, Iruiñ, Lardiés, Longarón, Malumbres, Muñagorri, Olarreaga, Oñativia, Orús, Patxo, Sarasola, Villanueva, Zabaleta, Zamarripa-Argizti, Zumeta y Zunzunegi. “El más viejo es Gabirondo, que data de 1878, pero también son del siglo XIX Longarón, Amiano y la fontanería Zabaleta. Pero los 24 tienen más de 95 años, la verdad es que no pensábamos que fueran tantas”, reconoce el autor de los textos.
Están representados muchos gremios: tiendas de ropa, fontanerías, pastelerías, farmacias, electricidad, zapaterías, droguerías, jugueterías... Y también oficios tradiciones, que están desapareciendo, como la carbonería Sarasola, aunque es preciso destacar que antiguamente en Tolosa había 16 carbonerías.
La falta de relevo generacional y la crisis del comercio tradicional se ha llevado por delante buena parte de los establecimientos; de hecho, aunque en el libro está incluida la mercería Ayerza, al cierre de la edición ya había echado la persiana. Llama la atención que no hay ningún establecimiento hostelero, “hay bares, como el Zumeta o el Asteasuarra, que serán los más antiguos, pero no han estado siempre en manos de la misma familia”, matiza Saizar.
El anhelo por labrarse un porvenir trajo a Tolosa a familias como los Malumbres o los Villanueva, ambas originarias de Navarra, o los Ibáñez, de Cantabria. “Hay apellidos que eran poco comunes aquí, que hoy en día están totalmente relacionadas con el comercio tolosarra, como Malumbres o Longarón”, manifiesta Joxe Saizar.
Las inundaciones en diferentes momentos de la historia es uno de los acontecimientos que ha marcado la trayectoria de muchos de los comercios, como Oñativia, Malumbres o Amiano, muy perjudicadas por las riadas.
Las expectativas no en todos los casos son optimistas. Algunos tienen pocas esperanzas de que algún familiar dé continuidad al negocio. Otros, sin embargo, siguen esforzándose para poder adaptarse a los nuevos tiempos. No en vano, la transformación del modelo de negocio ha sido una constante en su trayectoria: Gorrotxategi en su origen fue una tienda de ultramarinos, Ibáñez comenzó vendiendo helados, Zunzunegi era una mueblería y habrá quien recuerde que Amiano vendía artículos para baserritarras.
El libro 100 urte jendaurrean-Comercios centenarios de Tolosa será presentado el día 27 en el Zerkausia, en el homenaje que tributará el Ayuntamiento. La publicación se podrá adquirir en dicho evento y posteriormente, en las librerías Aranburu y Babel, y en el bar Itaie (35 euros).