Desde Kenia a los jardines de Donostia
Cada temporada, dos al año, el ayuntamiento adquiere 120.00o plantas de pequeño tamaño que alcanzan su madurez en Lau haizeta
Donostia siempre se ha caracterizado por cuidar con esmero sus jardines y parterres. En la actualidad, cuando se ha convertido en un destino turístico destacado, las imágenes de esos coloridos cuadros de la ciudad viajan cientos y miles de kilómetros inmortalizados en las cámaras y móviles de los visitantes.
Desde el área de Parques y Jardines se cuida, de forma primorosa, que los colores y las especies que se plantan en los jardines de la ciudad completen un conjunto armonioso. Para ello, el Ayuntamiento de Donostia no puede conformarse con las especies que se encuentran en el entorno y debe de recurrir a cultivos procedentes fundamentalmente de Holanda, de unos viveros que, a su vez, se nutren de cultivos que llegan de Kenia o Portugal.
Cada una de las dos temporadas del año, el Consistorio donostiarra adquiere un total de 120.000 plantas de pequeño tamaño.
Cuando llegan a la ciudad, como si de pasteles se tratara, las plantas en sus diminutas macetas se transportan en bandejas metálicas y en furgonetas al lugar en el que serán replantadas, un proceso del que muchos donostiarras habrán sido testigos en las últimas semanas.
El concejal de Vías Públicas, Miguel Ángel Díez, explicó que el vivero municipal de Lau Haizeta acoge en cada tanda 95.000 plantas, que una vez llegadas a esta instalación se sacan de sus macetas para que alcancen la madurez necesaria.
Una vez llegan al tamaño requerido, salen del vivero a una zona en sombra y con el riego necesario, en la que permanecen todo el tiempo que resulte oportuno para poder ser trasladadas a los parques y jardines de la ciudad.
A la hora de diseñar un jardín los criterios estéticos -desde los colores de las especies a los tamaños de las mismas- tienen un gran peso, pero más incluso lo tienen otros condicionantes que hacen que dicho diseño prospere y aguante toda la temporada.
condiciones Díez explicó que a la hora de valorar qué planta debe de ir en cada lugar hay que sopesar muchos factores como “el tipo de tierra, la posición de los ejemplares y, cómo no, su encaje en el diseño”.
El tamaño de la planta o el estado de la tierra son factores que se toman muy en cuenta a la hora de realizar la plantación, ya que cada especie tiene sus especificidades. Díez tampoco quiere acotar el número de plantas que se incorporan a cada macizo, ya que varía en función del tamaño de la flor elegida y del tipo de especie protagonista del diseño.
Lo que parece más que evidente es que los resultados obtenidos son óptimos, aunque en ocasiones las consecuencias de este delicado trabajo no son las buscadas, dado que han sido numerosos los casos en los que viandantes han decidido llevarse para su casa algunas de las flores recién plantadas.
En cada cambio de temporada en torno a 25 operarios de Parques y Jardines realizan un ingente esfuerzo para que las zonas verdes pasen a incluir más colores, aunque ya fuera de temporada centran sus esfuerzo en otras labores.