donostia - Si los plazos se cumplen, los ascensores que conectarán Morlans con Aiete estarán en funcionamiento a finales del año en curso o comienzos de 2018. El Gobierno municipal dio ayer luz verde a la adjudicación de la obra con un coste algo superior a 1,5 millones de euros y un plazo de ejecución de nueve meses, que correrá a cargo de la UTE Otegi-Gaztañaga-Urbycolan.

El primer tramo del ascensor, que discurrirá inclinado, unirá el paseo de Morlans con el paseo de Izoztegi, mientras que el segundo tramo -un ascensor convencional que sube en vertical- comunicará Pío Baroja con el paseo de Aiete.

El ascensor inclinado tendrá un coste de 1,3 millones de euros, a los que hay que sumar los 227.832 euros del segundo. El presupuesto total es, en consecuencia, notablemente inferior al precio de licitación, fijado en 1,9 millones de euros.

El alcalde de Donostia, Eneko Goia, anunció el inmediato inicio de las obras, “a la vuelta de Semana Santa o primeros de mayo”, y subrayó la importancia de retomar las actuaciones de movilidad vertical, ya que, recordó, “no se hizo ninguna en la pasada legislatura”.

Según explicó Goia, el primer ascensor recorrerá una distancia de 143 metros , salvando un desnivel de 38 metros. La cabina de este elevador, con capacidad para 25 personas, tendrá forma de D, “que representa a Donostia”. El trazado de este primer tramo discurrirá en paralelo al vial Amara-Aiete, con una inclinación de 16°.

El segundo ascensor, con cabida para trece personas, conectará Pío Baroja con el paseo de Aiete en aproximadamente siete segundos, llegando hasta las inmediaciones del futuro Centro de Salud del barrio. Los nuevos elevadores, apuntó Goia, darán servicio a cerca de 3.700 donostiarras en un radio de 1,3 kilómetros.

Para completar la obra se procederá a mejorar los terrenos de Morlans situados junto al bidegorri, donde se construirán nuevos accesos peatonales, zonas de picnic y aparcabicis, incluyendo elementos de mobiliario urbano, como bancos.

ACTIVOS El primer edil donostiarra se congratuló del inicio de estas obras por lo que supone también de primer paso para un conjunto de actuaciones en materia de movilidad vertical que afectarán a distintos puntos de la ciudad.

Goia explicó que el Ayuntamiento no quiere “permanecer parado” mientras se acaba de definir el Plan de Acción de Movilidad Vertical que responde a la necesidad “detectada” en la ciudad de contar con nuevos elevadores, rampas o escaleras mecánicas que permitan comunicar con los puntos más altos.

A la hora de elaborar este plan y establecer prioridades se han tomado en consideración distintos factores, como la edad media de la población a la que debería atender o la densidad de habitantes de la zona.

El Plan Director de Movilidad Vertical contempla la necesidad de intervenir en esta materia en quince puntos de la ciudad aunque las incorporaciones se llevarán a cabo de forma escalonada, dependiendo de la disponibilidad presupuestaria y la prioridad que se les otorgue.

opciones En la mayor parte de los quince puntos con necesidad de contar con algún elemento mecánico para salvar un desnivel se plantean distintas ubicaciones para estos, como es el caso de Berio, con tres opciones, la zona del Seminario, con el mismo número de posibilidades, cinco en el paseo de Hériz, seis en distintos enclaves de Egia o una decena en Altza.

El plan establece también los criterios a aplicar para fijar las prioridades, entre los que se hallan la demanda de la población, la accesibilidad al transporte público, la viabilidad técnica y los costes de construcción y mantenimiento de la instalación que se decida colocar en cada zona.