No pararon ni para echar un vino. Almorzaron fuerte, se vistió "la galtza motza", e inició la "caminata rápida" por Tolosa acompañado por María Dolores de Cospedal y miembros del equipo de seguridad. Sospecha el protagonista que dieron tantas vueltas que cree que hasta cansaron al personal. La gracia residía precisamente en eso: en andar de aquella manera. "Algún amigo ya me ha dicho, joder Ignacio, qué me has hecho... Uno acabó dándose réflex, el otro tuvo que dejar la cena e irse a casa con su mujer a que le diera masajes en las piernas...".

El paseo, que se ha hecho viral, ya forma parte de la historia del Carnaval, y demuestra el olfato que tienen estos parodiantes para salirse de las propuestas más o menos previsibles. Sabían que este año el presidente estadounidense Donald Trump iba a salir hasta en la sopa. Él, como siempre, se había propuesto rizar el rizo. "No tuve dudas, y así salimos. En ese momento yo soy Rajoy, y ellos me abren paso. Sin pistolas ni nada. Tenemos prisa porque voy a dar un mitin en San Sebastián, pero me desplazo a Tolosa porque me han hablado de la fiesta", cuenta metido en el papel.

Y ahí van ellos, apretando el paso a ritmo de silbato. "Luego nos fuimos a comer al Julián, por cierto, el mejor restaurante de Tolosa. Durante casi dos horas no nos tomamos un descanso. Yo no tengo agujetas porque estoy en forma, soy txirrindulari y me hago cien kilómetros los martes y los jueves", comenta jocoso, tal y como entiende el Carnaval, Ignacio Alfonso, conocido por todos como Pela, de su abuelo Pelaio.

Su madre, pantalonera, de la que aprendió que la gracia de la fiesta no está reñida con la sencillez, se habría muerto de la risa estos días viendo a su hijo caminando rápido como solo sabe hacerlo el presidente del Gobierno antes de retomar cada mañana la agenda de actos. "En Tolosa vivimos la fiesta con jocosidad. No es comprarse un traje y ya está. Este año se ha podido comprobar: un galtza mo-tza, unos calcetines y cuatro retoques en la peluquería son suficientes. El mérito y la gracia de los tolosarras está en eso, en la simplicidad sin llegar a ofender".

Tornero de profesión, a punto de cumplir 62 años y prejubilado desde el año pasado, el video carnavalero de este vecino de Hernani ha circulado por Internet estos días más que los del propio presidente del Gobierno. Todo ello gracias a las imágenes tomadas por Ruben Plaza, fotógrafo de este periódico, que no dudó en captar la parodia, convencido de que su fuerza residía precisamente en la sencillez de la puesta en escena.

Fotógrafo y parodiante fueron reclamados ayer por varios medios de comunicación. Al bromista tolosarra le han llegado videos del programa de Buenafuente y de tantos otros que se han hecho eco de la gamberrada. Él le quita hierra al asunto. "Somos de una cuadrilla de Berazubi, al lado del campo de fútbol que, por cierto, es el primer campo de España. El conserje de Berazubi fue el que empezó a inculcarnos a todos los chavales el Carnaval. Hemos llegado a sacar cuatro carrozas entre 700 vecinos en un pueblo que no llega a los 20.000 habitantes".

Desde que vino de la mili en el año 78 siempre ha participado en la fiesta con carroza, "pero con parodia incluida". El número de participantes de su generación se ha ido reduciendo por los achaques de la edad, y Pela, que va para 62 años, se muestra preocupado por el futuro de una fiesta que no reconoce en las generaciones más jóvenes. "No sé qué hemos transmitido mal para que estos chicos hagan de las carrozas una discoteca ambulante en la que solo hay bebida. Es un problema que llevamos discutiendo en Tolosa desde hace años. Ya no hay parodia", lamenta.

"No hay que ser hiriente" Con Rajoy, según dice, solo tiene en común la edad, 61 años, pero a pesar de las diferencias ideológicas él es de Izquierda Unida en ningún momento se ha propuesto ser hiriente. "No sé si el vídeo le habrá llegado a él, pero desde luego que los del PP de Tolosa ya se lo habrán pasado. Tiene que estar orgulloso de la publicidad que le hemos hecho, porque la verdad es que por aquí no rasca muchos votos. Eso sí, en ningún momento se le ofende, solo nos dedicamos a andar".

Cuenta que en sus parodias siempre están presentes dos temas: religión y la política, de las que curiosamente nunca hablan durante la fiesta. "No nos da por ponernos un piña en la cabeza y salir de brasileños. No valemos para eso, nos gusta ir un poco más allá, pero aunque la parodia sea política, no hablamos de política".

Ayer Pela, megáfono en mano, volvía a acaparar la atención, esta vez junto a la niña del exorcista, rodeada de un protestante, un católico y un judío. "Íbamos a añadir un mulsulmán para incluir las cuatro religiones monoteístas pero tal y como está el tema lo hemos dejado. A partir de ahí, la gracia está en que los tres religiosos intenten sacar el anticristo. Finalmente es una bruja de Zegama con sus belarras y ungüentos la que lo consigue", resume este figura que, asegura, hoy estará "doblado".