Andoain no se olvida de Mikel Goenaga
Ayer se inauguró en el barrio de Sorabilla Mikel Apaiza Gunea, en memoria del párroco fallecido en Marzo
Andoain no quiere olvidarse de Mikel Goenaga. Tras los homenajes que se le tributaron tras su fallecimiento en marzo, ayer se inauguró en Sorabilla un txoko con el nombre del sacerdote, concretamente el situado junto a la iglesia, frente a la casa parroquial de Sorabilla.
La madre, los hermanos y sobrinos, amigos, representantes municipales y andoaindarras en general no quisieron perderse ayer la inauguración del Mikel Apaiza Gunea en Sorabilla, barrio en el que el párroco puso en marcha la casa de acogida. Ayer, 5 de noviembre, Mikel Goenaga cumpliría 58 años.
La alcaldesa, Ana Carrere, tomó la palabra para recordar la figura de Mikel. “No lo conocía previamente, pero nos reunimos varias veces en el ayuntamiento para hablar de los presos andoaindarras. Me pareció una persona con mucha fuerza y muy justa, que me hizo ver que otra iglesia es posible, la iglesia de la gente de a pie”, declaró al alcaldesa después de que los dantzaris bailaran el aurresku.
El repique de campanas a las 11.30 marcaba el inicio del acto. Como homenaje a Mikel Goenaga se inauguró oficialmente un banco de madera con su nombre grabado. “No es el banco de Mikel, sino el banco con Mikel. Queremos que sea un espacio donde la gente pueda venir, sentarse y pensar, charlar... tal y como hacíamos con Mikel en su casa de Astigarraga. Los andoaindarras tenemos costumbre de ir a Sorabilla dando un paseo y esperemos que sea un sitio frecuentado por la gente”, manifestó en nombre de los amigos que organizaron el acto, Carmen Rodríguez-Ranz.
La idea de que Mikel Goenaga tuviera un espacio con su nombre en Andoain fue una iniciativa popular. Varios colectivos presentaron la propuesta en el ayuntamiento, que fue aprobada por la corporación.
Con los desfavorecidos
Mikel Goenaga fue párroco de varias iglesias de Andoain durante doce años, aunque sus últimos años fue sacerdote en Astigarraga, donde también era muy querido. Era miembro de la asociación Askagintza a favor de la normalización del fenómeno de las drogodependencias en Euskal Herria, organizó la casa del párroco como hogar de acogida, y realizó una labor ingente con las personas desfavorecidas y drogodependientes. A su vez, también realizaba visitas a las cárceles del entorno para ayudar a las personas presas a reintegrarse en la sociedad.