Aitzulo, una gigantesca ventana natural
la excursión organizada para el próximo día 14 invita a degustar esta magnífica obra de la naturaleza
Oñati está salpicado de impresionantes rincones naturales, entre ellos Aitzulo: un verdadero capricho de la geología. Uno de esos lugares mágicos y singulares de la geografía vasca que no pasa desapercibido. Una sucesión de arcadas abiertas en la roca caliza se resuelven en esta gigantesca ventana desde donde puede admirarse el valle oñatiarra.
El excursionista que recale en este espectacular paraje, uno de los escondrijos del entorno de Araotz, sentirá que se aleja de la estela urbana para sumergirse en una auténtica catedral natural. La oquedad de Aitzulo merece degustarse con tranquilidad. Y es a lo que, precisamente, invitan los servicios turísticos de Oñati con la visita guiada que han organizado para el próximo día 14.
La cita se enmarca dentro de la iniciativa turística Geoazkorri que agrupa al mundo subterráneo de Arrikrutz, al museo de la Sal de Leintz Ga-tzaga y a la Montaña del Hierro de Zerain. En el interior de Gipuzkoa, este proyecto que tiene como escenario el incomparable marco de las faldas de Aizkorri, da a conocer el patrimonio geológico, natural y cultural.
A los pies del monte Orkatzategi, en su paredón calizo se abre el tremendo ojo de Aitzulo, que reposa vigilante. Quien se detiene en él podrá regalar a la vista un paisaje conmovedor, escuchar el susurro del viento que peina los árboles y presenciar el vuelo circular de las rapaces. En el fondo del agujero, la carretera cruza un puente y se adentra por el desfiladero de Jaturabe, que curiosamente y haciendo un poco de historia, fue refugio para los guerrilleros carlistas del cura Santa Cruz y pasillo de contrabandistas tras la Guerra Civil.
la cueva de sandaili La excursión, que tendrá al frente a los guías de la empresa Oinatur, que es la encargada de gestionar los servicios turísticos oñatiarras, ofrece también la oportunidad de entrar en la cueva de Sandaili o San Elías, enclavada al otro lado del desfiladero de Jaturabe. Más modesta, pero bien provista de mitos y leyendas, en cuyo interior se incrusta una ermita.
Al pie de la gruta se levanta una vieja casona en la que residía una serora. Y, además, junto a las escaleras que conducen a la citada construcción religiosa, puede contemplarse una especie de abrevadero de piedra labrada. Este escenario fue objeto de misteriosas ceremonias de fertilidad, que seguramente hunden sus raíces en antiguas creencias de origen celta y que perduraron hasta la segunda mitad del siglo XX. Hasta esta cueva se acercaban asimismo, los habitantes de algunos pueblos alaveses para implorar que lloviera en tiempos de sequía.
Así que el patrimonio geológico y etnográfico será el hilo conductor de la salida programada para el día 14. Aitzulo es un hermoso rincón secreto que quien lo descubre queda prendado de él. Los interesados en disfrutar de este paseo montañero se reunirán en el aparcamiento de las cuevas de Arrikrutz a las 9.00 horas. La inscripción (tres euros) está abierta en el 943 082 000 o en arrikrutz@oinati.eus.
el mágico araotz Pero el valle oculto de Araotz es mucho más. Hundido entre las sierras de Aizkorri, Zaraia y Elgeta, en una cuenca a la que se accede por Jaturabe, encierra curiosos hitos; los ya señalados en este reportaje, y otros que hablan de animales prehistóricos o de la historia de Lope de Aguirre, el explorador rebelde y cruel que desafió a Felipe II, y que nació en este lugar.
Para conocer algunos de sus secretos hay que bajar al subsuelo. Concretamente en la base del macizo de Aizkorri se hallan las galerías del complejo kárstico Gesaltza-Arrikrutz, un laberinto excavado durante miles de años por los ríos Aldaola y Arantzazu, que abarca 14 kilómetros, y del que permanece abierto al público un tramo acondicionado en la Galería 53 que a lo largo de este mes propone visitas guiadas a diario. En este entorno se puede disfrutar, igualmente, de la ruta circular PR-GI 102 o Senda del Agua, un recorrido señalizado pensado para explorar uno de los parajes guipuzcoanos más recónditos y maravillosos.
Aún hay más. La oferta estival con sabor a georutas reserva una nueva aventura para el día 20, en este caso, de espeleoaventura dirigida a los más pequeños (seis años mínimo) por las zonas más profundas de la cueva de Arrikrutz. Ya en septiembre, el 24, habrá ocasión de desplazarse desde el santuario de Arantzazu a las campas de Urbia para seguir sumergiéndose en la historia geológica de Aizkorri, el paisaje kárstico actual y la presencia centenaria del pastoreo vasco. Un magnífico escaparate natural.