donostia - El alcalde de Donostia, Eneko Goia, presidió ayer la visita municipal al nuevo centro de servicios sociales del barrio de Riberas de Loiola, una instalación que funciona desde la pasada semana en la calle Nemesio Etxaniz 1-3 y que atenderá a los 22.100 donostiarras que residen en la zona compuesta por este mismo barrio, Loiola, Txomin, Martutene y Amara, hasta los números impares de la avenida de Madrid. El resto de Amara seguirá dependiendo de las instalaciones de Morlans que, hasta el momento, han sido las que mayor número de demandas y trámites de carácter social han tramitado de todas las existentes. El pasado año, el 23% de las familias atendidas en Donostia lo hicieron en las instalaciones de Morlans, que ahora quedarán más descargadas de trabajo.
Las nuevas dependencias de servicios sociales de Riberas de Loiola cuentan con una superficie de 266 metros cuadrados y han necesitado de una inversión de 293.155 euros para hacerse realidad. La materialización del octavo centro de servicios sociales de Donostia se ha hecho esperar largos años ya que el proyecto existía desde antes de 2009, aunque distintos problemas, entre ellos de falta de liquidez, han hecho que se retrase la puesta en marcha de la instalación. Ya hace dos años, los jeltzales, ahora en el gobierno local y entonces en la oposición, reclamaban que se aceleraran las obras para contar con esta nueva sede.
El equipo profesional que trabaja en las nuevas oficinas está compuesto por un responsable de servicios sociales, tres trabajadoras sociales, dos administrativas, cinco educadores, dos psicólogas y un terapeuta. Quienes quieran dirigirse a la nueva sede tienen que pedir cita en el número 943 48 15 51.
En su visita, Goia estuvo acompañado por la concejala de Bienestar Social, Aitziber San Román, quien recalcó que la puesta en marcha de la nueva sede “es una buena noticia para la ciudadanía donostiarra ya que facilitará la detección, intervención y atención de las necesidades de las personas de una amplia zona de Donostia”. El alcalde, por su parte, recordó que las sedes de Bienestar Social “son la puerta de entrada al sistema de servicios sociales públicos existentes en Euskadi” y señaló que pueden acudir a ellas tanto las personas, como las familias o colectivos que necesitan asesoramiento y ayuda ante problemas relacionados con la atención a las personas mayores, la falta de autonomía personal, los problemas de movilidad, la desestructuración familiar, los problemas de discriminación o marginación social y carencias económicas graves, entre otras cuestiones. Ante estas situaciones, los centros de servicios sociales están listos para atender cualquier caso, según recordó el alcalde.
Tanto la nueva sede de Riberas de Loiola como las demás pueden aportar información y orientación sobre los recursos y derechos sociales disponibles, tanto del Ayuntamiento como de otras administraciones. Además, llevan a cabo una valoración de las demandas y situaciones planteadas y orientan a los ciudadanos hacia los recursos adecuados para cada caso. También ofrecen una cartera de servicios y programas de convivencia en el propio domicilio y llevan a cabo programas de intervención social para evitar la exclusión.