El txistulari zestoarra Garikoitz Mendizabal es el máximo exponente del txistu. Así lo demuestran sus premios en diversos concursos o certámenes y su amplia trayectoria musical, y su carrera sigue imparable. Tanto es así que en las próximas semanas actuará como solista en escenarios como el Teatro Monumental de Madrid o en el Belozersky Palace de San Petersburgo. Así, el próximo 10 de febrero el txistu sonará en la capital del Estado junto con la Banda Municipal de Madrid, y este instrumento tan especial como desconocido llegará a San Petersburgo el día 21.
Según explica el propio Mendizabal, estas dos oportunidades “únicas” surgieron de anteriores relaciones profesionales de Mendizabal. “El actual director de la Banda Municipal de Madrid dirigía la Banda Municipal de Bilbao hasta hace un año, y como hemos mantenido una buena relación, me ha incluido en el programa. La oportunidad de actuar en San Petersburgo, sin embargo, se la debo a Unai Urrecho, un director arrasatearra que reside en Corea del Sur. Estuvo en Rusia el año pasado y tras el gran éxito obtenido, le han vuelto a invitar, y él propuso a la orquesta que hubiera un txistu como invitado especial” relata el txistulari.
El próximo 10 de febrero, por lo tanto, el txistu sonará en la capital madrileña, pero el zestoarra se desplazará unos días antes, concretamente el día 8, para realizar los ensayos previos a la actuación con la banda. Así, tras dos días de intensos ensayos, el 10 de febrero Garikoitz Mendizabal actuará junto con la Banda Municipal de Madrid, guiado por el director José Rafael Pascual-Vilaplana. El programa ofrecerá un testimonio de cómo el folclore y la literatura pueden influenciar la música original para banda, y Mendizabal tendrá su protagonismo en la primera parte con tres pequeñas obras para txistu y banda. En la primera de ellas, Homenaje a Laskurain, se recogen distintas instrumentaciones realizadas por Antonio Ibarrondo (Oñati, 1914-1985) sobre temas de carácter folclórico elaborados por el famoso txistulari Bonifacio Laskurain. El zestoarra seguirá con el Irribarrea (Sonrisa), una partitura de carácter sinfónico pensada para txistu y banda por el conocido compositor de música de cine Xabier Zabala (Zarautz, 1967). Así, concluirá la aparición de Mendizabal con Idiarena (La del buey), un tema tan conocido para todos, creado por Eduardo Gorosarri (1889-1947). Sin embargo, el arreglo para banda es obra del reputado Jose María Altuna (Azpeitia, 1928-2002).
‘Txistu Symphonic’
Tras actuar en Madrid y descansar durante algunos días, el txistulari zestoarra vivirá el próximo 21 de febrero la gran experiencia de actuar con la Orquesta Sinfónica de San Petersburgo en el conocido Belozersky Palace donde, bajo la dirección del vasco Unai Urrecho, tocará varios temas de Txistu Symphonic, un proyecto que Garikoitz comenzó a preparar hace ya unos cuantos años, en 2010. “Siempre he tenido el deseo de tener una trayectoria como solista, y veía que algunas obras de mi repertorio de txistu (obras de Luis Urteaga, Pablo Sorozabal, Jesús Guridi?) eran idóneas para ofrecer en orquesta”, explica. Así, comenzó a trabajar en el proyecto y estrenó el trabajo en diciembre de 2011 con la Orquesta Sinfónica de Bilbao en el Palacio Euskalduna. Posteriormente, grabó un disco con la Orquesta Sinfónica de Bratislava, lo que “me ha dado nuevas oportunidades y me ha abierto muchas puertas”, afirma Mendizabal. Y lo cierto es que, de momento, algunos temas de Txistu Symphonic recorrerán cientos y cientos de kilómetros y verán la luz en San Petersburgo. Además, según adelanta Mendizabal, también le ha surgido “la oportunidad de ofrecer dos conciertos con la Orquesta Sinfónica Verum, uno en Madrid y otro en Castilla-La Mancha, aunque todavía no hay fechas”.
Actuar en dos lugares tan conocidos y de tanta tradición “es un gran paso adelante para conseguir mi sueño: que el txistu se una a orquestas y a bandas de música profesionales con total normalidad, también fuera del País Vasco”. El zestoarra afronta con ilusión estas dos actuaciones, puesto que, al fin y al cabo, ofrecerá “algo nuestro”. Tanto madrileños como rusos verán todo el potencial que tiene el txistu y Mendizabal reconoce que siente un poco de respeto: “Me da la sensación de que haré de embajador de nuestra cultura. Solemos vender muy bien nuestra gastronomía, el turismo y el deporte rural, por ejemplo, pero el txistu también es nuestro y esta especialidad nos podría reforzar”.
Un instrumento ligado, sin duda, a la cultura y al folclore vasco, pero que tiene una amplia variedad de posibilidades interpretativas, y así lo está demostrando Mendizabal. Y su actividad no se limita a estos dos conciertos de febrero: “Tengo bastantes actuaciones para este año. El 2015 ha sido un año productivo y me están surgiendo muchos conciertos: con proyecto Khami, con el disco Bi poliedro (junto con el acordeonista Aitor Furundarena) y cómo no, con la Banda Municipal de Bilbao”.
Estudios. Graduado Superior en Txistu por el Conservatorio Superior de Música de Donostia y Premio de Honor Fin de Carrera.
Premios. Dos primeros premios en el Concurso de Txistularis del País Vasco y primer premio en el Certamen de Bandas de Txistularis (2002).
Actuaciones. Ha actuado con agrupaciones como la Orquesta Sinfónica de Madrid, The Brastislava Symphony Orchestra, el Ballet Nacional de España... Ha actuado en importantes salas como el Palacio Euskalduna de Bilbao, el Auditorio Nacional de Madrid y el Kursaal de Donostia, entre otros.
Discografía. En sus 16 discos hay registros muy diferentes; música clásica, tradicional, música celta, jazz y música antigua.
Actualidad. Es director de la Banda Municipal de Txistularis de Bilbao, puesto que compagina con su carrera como solista.