2 f Anabel Dominguez

aretxabaleta - El monasterio de Nuestra Señora de la Consolación de Aretxabaleta ha pasado a ser de titularidad municipal. Las negociaciones de los últimos meses han desembocado en la adquisición por parte del Consistorio del convento en el que han residido las hermanas Agustinas, que se han trasladado a Errenteria para seguir ejerciendo su labor religiosa dentro de la misma Orden.

La operación de compra se formalizó ayer ante el notario, después de la comparecencia pública que protagonizaron el alcalde, Unai Elkoro, y la priora de la Comunidad de Monjas Agustinas, Nekane Aginagalde. La propiedad que ya está en manos del Ayuntamiento, comprende el inmueble que ha albergado la residencia de las religiosas(incluida la iglesia) y el que fuera el colegio Santa Rita (se cerró en 2006), además de la zona ajardinada.

La Comunidad religiosa valoró todos estos bienes en un 1.100.000 euros. Sin embargo, a tenor del acuerdo suscrito, las Agustinas donan al Consistorio para uso público el 40% del valor de la propiedad. Esto es la práctica significa una rebaja de 440.000 euros en la cantidad que desembolsan las arcas locales: pagarán 660.000 euros en un plazo de siete años.

"Destinar el 40% a uso público no nos suponía ningún problema, porque nuestra intención es que toda la propiedad en su conjunto tenga este fin", destacó el alcalde. Otras de las condiciones que puso sobre la mesa la Comunidad religiosa y que ha aceptado el Ayuntamiento tras la operación de compra, son la segregación de la parcela del jardín y el edificio, así como la imposibilidad de aumentar la superficie edificable actual. Se ha querido evitar, de este modo, las especulaciones con este terreno, que podría atraer a posibles proyectos inmobilarios.

Ambas partes se mostraron "contentas" con el acuerdo alcanzado. "Desde el principio nuestro objetivo es que quedara algo concreto y visible de nuestra presencia de tantos años en el pueblo. Esa parte que donamos es la señal de seguir presentes, aunque de otra manera, en Aretxabaleta, y dentro de un contexto que busca el bien del pueblo que tanto nos ha dado", manifestó ayer la hermana, Arantxa Jaka.

"Por un lado, está el uso público y abierto del espacio ajardinado, y por otro, los 800 metros cuadrados de la casa (la residencia de las monjas y la antigua escuela) que se destinan a un bien social, educativo o sanitario de iniciativa pública para el pueblo, que es una forma de garantizar que con nuestra presencia no se va a hacer ahora un negocio", remarcó Jaka.

plan de necesidades sobre los usos ¿Qué uso se le va a dar al convento?. Lo más inmediato, en lo que a plazos se refiere, será la apertura del jardín para el disfrute de los vecinos, que se podría llevar a cabo "relativamente pronto", en los próximos meses. (Sin fecha de ejecución, podría ser el próximo año, el Consistorio plantea bajar el muro que rodea la zona ajardinada para hacerla más visible).

Sobre el futuro uso que tendrán las edificaciones, Elkoro adelantó que la idea es desarrollar "un plan global" que abarcará el monasterio y el cercano inmueble de la antigua residencia de ancianos, que en su planta baja acoge el hogar del jubilado Basotxo, y que es también propiedad municipal. "Hay que hacer un estudio de las necesidades que existen en el municipio y ver qué se puede ubicar en estos más de 3.000 m2. En esta legislatura no va a haber dinero para grandes inversiones, pero sí se irá acordando qué llevar a cada edificio, y en la medida que haya posibilidades económicas, poder ir abordándolo", explicó el primer edil.

La Comunidad de vida contemplativa de las Agustinas se ha labrado su propia historia en sus 112 años de presencia en Aretxabaleta. La reducción de personal motivado por una disminución de las vocaciones, además de la edad que están alcanzando algunas de las monjas les llevó a adoptar la decisión de trasladarse a Errenteria, al único monasterio de la Orden, de los cuatro que han existido en Gipuzkoa, que se mantiene abierto con diez religiosas (cinco de ellas desplazadas desde Aretxabaleta).

Las Agustinas se establecieron en Aretxabaleta (llegaron desde Arrasate) tras comprar el viejo balneario de Otalora, al que se mudaron el 4 de febrero de 1904. El monasterio actual fue estrenado, tras su construcción, en diciembre de 1979.