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20 años apostando por la calidad

Conservas Nardín, empresa ubicada en Zumaia, lleva ya dos décadas ofreciendo pescado del Cantábrico.Los sellos de calidad otorgados por el Gobierno Vasco certifican que el producto se ha obtenido y elaborado aquí.

20 años apostando por la calidad

conservas Nardín ha cumplido 20 años, y todo el equipo que compone la empresa sigue trabajando con la misma pasión y dedicación del primer día. La empresa conservera, ubicada en Zumaia, sigue apostando por la calidad y por el pescado del Cantábrico, y así lo garantiza la empresa certificadora del Gobierno Vasco Hazi, otorgándole estos dos sellos: Anchoa del Cantábrico del País Vasco y Bonito del Cantábrico del País Vasco.Mila Oliveri y Sebastián Aranguren, gerentes de Conservas Nardín, tuvieron claro desde el minuto cero que apostarían por la autenticidad y la calidad, defendiendo los métodos tradicionales de elaboración, y así es como se han hecho un hueco en el mercado de conservas, y no un hueco cualquiera, y es que además de los dos sellos del Gobierno Vasco, el concurso Great Taste Awards de Inglaterra premió en el 2011 la anchoa ahumada y el boquerón en vinagre de Nardín.

20 años pueden dar para mucho, pero si una buena materia prima y una buena fórmula funcionan, ¿para qué cambiar? Eso es lo que piensan los impulsores del proyecto que dio sus primeros pasos hace ya dos décadas. Así lo relata Mila Oliveri: “No hemos cambiado para nada la forma de trabajar. Trabajamos exactamente igual que como se ha trabajado toda la vida la anchoa, y es que no hay otra manera de trabajar. No hay máquinas, el trabajo es totalmente manual”. Así, Sebastián Aranguren, gerente de la empresa junto con Oliveri, compra la materia prima en las lonjas (anchoa, bonito y verdel) del Cantábrico, desde Getaria hasta Ondarroa, posteriormente la transportan al pabellón de Zumaia y ahí es donde elaboran el producto. Un equipo de profesionales se encarga de filetear el pescado a la perfección, y así es como ofrecen un producto de primerísima calidad. Eso sí, siempre con una limitación. “Solo trabajamos con pescado del Cantábrico, y quieras o no, siempre estamos limitados. Estamos a merced de la mar, no importamos ningún producto”, detalla Oliveri.

Sin embargo, a pesar de las limitaciones y los cinco años de veda (de 2003 a 2009), Oliveri hace una valoración “muy positiva” de estos 20 años, y es que la empresa ha ido creciendo a un ritmo lento, pero han conseguido fidelizar clientes y también han crecido en el extranjero. Además, con los años también han ido introduciendo otras variedades además de la anchoa en salazón, como por ejemplo, la anchoa ahumada. “Ahumamos nosotros la anchoa con madera natural, no utilizamos ni conservantes ni colorantes, y la verdad es que está teniendo mucha aceptación”, apunta Mila. Pero esa aceptación es mucho más grande en el extranjero que aquí, porque según Oliveri, aquí “todavía somos conservadores en los gustos, y se tiende más a la anchoa de salazón de toda la vida”.

Única en Gipuzkoa

Conservas Nardín obtuvo el sello del Gobierno Vasco hace ya unos seis años, porque aunque las auditorías y los exámenes que hay que pasar para obtenerlo y mantenerlo son muy rigurosos, decidieron que era la mejor apuesta que podían hacer. Y es que en la época de veda del año 2003 al 2009 no había anchoa del Cantábrico, algunas empresas traían anchoa de fuera y ponían que era del Cantábrico. “La verdad que en aquella época nos quedamos sin armas, y también es verdad es que nuestro precio es más elevado que uno que viene de Marruecos. Entonces, decidimos ponernos en contacto con el Gobierno Vasco para obtener unos sellos que garantizaran al consumidor que el producto es de aquí, que se ha elaborado aquí, y que el producto es de calidad. Así aunque el cliente pague un poco más, se le da una garantía real al cliente, de que efectivamente está comprando un producto de calidad y de aquí”, cuenta Oliveri. Así, Conservas Nardín se expone a unas auditorías casi diarias, y ofrecen una trazabalidad exacta para dar al consumidor una garantía real. Hay dos empresas con el sello en el País Vasco, pero Conservas Nardín es la única conservera en Gipuzkoa que ofrece ese certificado de calidad, ese “Eusko Label en anchoa y en bonito”.

Anchoa, bonito y verdel son los productos con los que trabaja Nardín, eso sí, siempre dependiendo de las temporadas. Empiezan en la época de febrero y marzo con el verdel, que lo hacen ahumado; siguen con la anchoa en abril, mayo y junio; y en julio, agosto y septiembre trabajan con el bonito. La época de invierno la utilizan para que el producto madure, y por ejemplo, el bonito suelen tenerlo envasado durante unos dos o tres años, para que “cuando salga al mercado tenga ya un sabor más hecho”, detalla Mila.

éxito en italia Aunque el 60% de la producción de Nardín se venda a nivel estatal (la mayoría en Gipuzkoa), el 40% se exporta a Europa, a Estados Unidos, y a países asiáticos como Hong Kong, Singapur, Japón o Abu Dhabi. Sin embargo, el mercado internacional más importante para Nardín es Italia, “la cuna de la anchoa”, y según relata Oliveri “que un italiano prefiera la anchoa de aquí es como un premio, y la verdad que estamos muy orgullosos de eso”.

Aunque el producto y la técnica de trabajo siguen siendo los mismos son conscientes de la importancia de las nuevas tecnologías, y la novedad de este año ha sido incorporarse al mundo on line. “Sí que tenemos distribuidoras y representantes, pero no en todas las provincias, por lo tanto, con esta nueva opción todo aquel que tenga interés en comprar nuestro producto lo puede hacer por la página web”, destaca Oliveri. Una novedad que acaban de introducir, pero que de momento, “va evolucionando bien”.

Las fileteras siguen siendo las mismas que el primer día, consiguiendo así un equipo totalmente profesional: “Es un trabajo complicado, porque no hay máquinas y todo el trabajo es manual, y manteniendo el mismo equipo garantizamos que el trabajo sea impecable”, concluye Oliveri. Queda a la vista que la implicación y compromiso por la calidad de un equipo entregado y profesional ha dado sus frutos en estos 20 años.