Donostia - El Ayuntamiento de Donostia ha descartado por el momento autorizar que los corredores utilicen los bidegorris en lugar de las aceras para practicar su deporte favorito. Aunque no son pocos los runners que trotan por los carriles específicos para bicicletas, la realidad es que en la mayoría de las vías ciclistas de Donostia está prohibida esta práctica. Existen, no obstante, algunos bidegorris de uso compartido, divididos en dos lados: uno para bicicletas y otro para peatones. Sin embargo, algunos de los carriles ciclistas más utilizados por los usuarios de bicicletas son también los más codiciados por los korrikalaris.

En los últimos días un grupo de aficionados al running ha iniciado una campaña en la plataforma change.org para solicitar al Ayuntamiento de Donostia que les permita correr por los bidegorris. La solicitud contaba en la tarde de ayer con medio millar de firmas, así como la respuesta remitida por el Consistorio en sentido negativo.

Según la comunicación municipal, “la actual ordenanza de circulación de la ciudad limita el uso de los bidegorris a personas que circulan en bicicleta o en patines”. Asimismo, añade que “por el momento, no hay ninguna previsión de modificación de la ordenanza de circulación en este sentido”.

La respuesta municipal admite que “hay un problema a resolver con el incremento de la práctica de correr en el espacio público”.

Los impulsores de la recogida de firmas justifican su petición en que correr por los bidegorris es más cómodo y seguro para ellos. “Somos cada vez más los que practicamos este deporte y necesitamos un espacio y circuito en el cual podamos llevarlo a cabo de forma segura”, dicen. Asimismo, añaden que ciclistas y corredores “pueden convivir con unas pequeñas pautas básicas de civismo”.

Muchos ciclistas, por su parte, opinan lo contrario y consideran que la presencia de personas corriendo en los bidegorris obstaculiza a las bicicletas como medio de transporte y puede resultar peligroso, tanto para ciclistas como para corredores.

65 kilómetros En la actualidad, la capital guipuzcoana dispone de una red compuesta por 65 kilómetros de carriles ciclistas. El más utilizado, según las últimas mediciones realizadas por el Consistorio, es el del paseo de La Concha, con un 20% del total de los desplazamientos. Le sigue el del paseo Árbol de Gernika, el de la calle Easo, el de Federico García Lorca, el del túnel de Morlans, el de Ategorrieta y el de la avenida de Tolosa.

Según las mediciones - de entre abril y octubre del pasado año-, se contabilizan al día 18.000 viajes en bicicleta por la ciudad, el triple de los de hace una década.