Verde, azul, amarillo, otro verde, marrón, naranja y blanco. Aunque al último en llegar, el de la materia orgánica, se le bautizó como quinto contenedor, lo cierto es que en Donostia hay hasta ocho recipientes diferentes para recoger distintos tipos de basura o desechos repartidos en varios centenares de puntos de recogida.

Además de los cinco destinados propiamente a la basura (el del rechazo, vidrio, envases, papel y orgánico), hay tres tipos de contenedores más. Uno es el de las pilas, que también gestiona la Mancomunidad de San Markos, otro es el destinado a recoger la ropa usada de Oldberri y hace un año llegó el naranja, para la recogida del aceite usado, gestionado por la empresa Ekogras.

Los 113 contenedores naranjas se repartieron por la ciudad a principios de 2014 y comenzaron a funcionar a pleno rendimiento en marzo. Durante los diez primeros meses recogieron 131.821 litros, lo que supone casi 13.200 litros al mes. La cifra ha ido aumentando poco a poco y los datos del primer semestre de este año rozan los 14.300 litros al mes. Es decir, se reciclan 1.000 litros más al mes y el ratio de Donostia en estos momentos es de casi un litro por habitante al año.

“Es un índice muy bueno en comparación con el de otras zonas”, concluyen los responsables de Ekogras, que lo achacan a la sensibilización de los donostiarras con el reciclaje. Aunque la empresa es guipuzcoana, trabaja también en bastantes localidades navarras y en algunas de Araba y La Rioja.

“Los datos de Donostia han sido muy positivos desde el principio”, añade Alfonso Fanjul desde Ekogras, al tiempo que reconoce que acercar la recogida a los vecinos colocando contenedores cerca de sus casas siempre aumenta el efecto. En Donostia, hasta el año pasado para reciclar el aceite vegetal usado en casa había que llevarlo al camión de San Markos que recorre distintos barrios de la ciudad o acercarse a Garbera, que también contaba con un contenedor específico.

Limpiar el aceite

Tras ganar el correspondiente concurso público convocado por el Consistorio, Ekogras emprendió la expansión con los citados 113 contenedores actuales. Son ellos también los encargados del mantenimiento de los depósitos y de la recogida del aceite. Desde Donostia lo trasladan a su planta en Etxarri Aranatz, donde se encargan de limpiar el líquido recogido (suele haber materia orgánica mezclada con el aceite) para vendérselo después a empresas que lo utilizan para transformarlo en biodiésel. Con la venta del aceite se autofinancian.

En estos meses los responsables de Ekogras han estudiado también a qué ritmo se llenan los contenedores de cada zona de la ciudad para garantizar que los vacían antes de que superen los tres cuartos de su capacidad y evitar que alguien que va con su botella se encuentre con el depósito ya lleno. Prácticamente todas las semanas hacen una ruta por Donostia para vaciar algunos y también se encargan de mantenerlos limpios.

Para reciclar el aceite basta con introducirlo en cualquier tipo de envase que se pueda cerrar: pueden ser tetrabriks o botellas de plástico o de vidrio. Además, Ekogras también se hace cargo de recoger el aceite usado por los hosteleros. En realidad, fue ahí desde donde empezaron a trabajar hace más de 25 años y después emprendieron la instalación de contenedores para los ciudadanos en distintas localidades gracias a acuerdos con las mancomunidades.

Aunque las cifras de recogida en Donostia son buenas, Fanjul afirma que esperan que la cantidad de aceite doméstico recogido siga aumentando y reconoce que las campañas de concienciación suelen ayudar a ganar nuevos recicladores: “El que empieza a reciclar ya no suele dejarlo”.

Cómo. En Donostia hay 113 contenedores naranjas en los que se puede depositar el aceite vegetal usado en un envase cerrado (también puede ser de vidrio).

Qué. Ekogras se encarga de recoger el aceite y llevarlo a su planta de Etxarri Aranatz, donde lo limpia para eliminar los residuos orgánicos que suele contener. Una vez limpio, lo vende a empresas especializadas que lo transforman en biodiésel.