“He intentado contar la historia de Errenteria a través de una familia”
La semana pasada el Ayuntamiento de Errenteria presentó el número 26 de la revista municipal ‘Bilduma’, compuesto por tres artículos, el más extenso de ellos, el de Mikel Zabaleta
Errenteria - La revista que edita el archivo de Errenteria recoge este año los trabajos Bigarren Karlistaldia Errenterian bertatik bertara, berriemaile grafikoen lekukotasuna, de Josean Ruiz de Azúa; Bertsolaria, fabrikako langilea, emakumea. Joxepa Antoni Aranberri Petriarena, Xenpelar, de Elixabete Pérez Gaztelu; y De los Olaciregui a los Loidi: una familia de Rentería entre dos exilios: 1834 y 1936, de Mikel Zabaleta. En este último estudio se ha revelado que Florentino Loidi Iturzaeta, teniente de alcalde de la villa cuando estalló la Guerra Civil, fue nombrado alcalde de Errenteria cuando se hallaba en el exilio. Para elaborar este trabajo Zabaleta ha contado con la inestimable ayuda de la hija de Florentino, Ángela Loidi.
¿Cómo se presentó la idea de escribir este trabajo?
-La idea surgió hace dos años y medio. En septiembre de 2012 la Corporación de Errenteria aprobó con el acuerdo de todos los grupos políticos, que es lo que me gustó, que había que homenajear a la última Corporación republicana. Me invitaron a hacer una pequeña introducción de lo que había sido la época en dicho acto y al finalizar el homenaje se me acercó Angela Loidi y me dijo que era hija de Florentino Loidi, que había sido un concejal nacionalista en tiempos de la República y teniente de alcalde. Cuando tuve que hacer el trabajo de la República, Loidi era una familia que me aparecía mucho en los papeles, pero de la que nada había quedado en Errenteria, porque todos se habían tenido que ir. Ana, la madre, era maestra municipal, y vivía junto a la casa de Mendarte, en la zona del Benito, y para mí fue muy curioso.
¿Qué es lo que despertó su curiosidad?
-Era una familia un tanto peculiar, porque siempre vivía en la misma casa que se transmitía de madre a hijas. No es que se transmitiera de madres a hijas por deseo de ellos, sino que era por circunstancias de la vida, porque al final para heredar solo quedaba una hija. Cuando la hija se casaba con el yerno se iban a vivir a esta casa y eso es lo que ha propiciado que cambiaran los apellidos de esta familia.
Para este artículo ha contado con una testigo de excepción, Ángela, hija de Florentino, que a sus 98 años es toda una lección de vida.
-Quedé con ella para preparar unas fotos y pronto me di cuenta de que tenía mucho más que contar. Fue muy gratificante para mí, por una parte porque Ángela es una mujer muy vital que tiene una memoria extraordinaria y luego compruebas que todo lo que cuenta viene reflejado en los papeles. No daba puntada sin hilo. Me gustó mucho porque he podido estar con una persona que había conocido todo lo que yo había leído solo en papeles. Ella ha vivido personalmente esa época de primera mano. Me empezó a hablar de su abuelo, de su bisabuelo y de toda su familia. De ahí surge todo el trabajo que he querido hacer.
¿Cómo se convierte la introducción de un evento en un libro?
-El artículo fue creciendo. Ángela, además me aportó muchísima documentación y muchas fotos; luego apareció el diario de su hermano. El hermano gemelo de Ángela era José Antonio Loidi Bizcarrondo, un farmacéutico de Irun que también era miembro de Euskaltzaindia y escritor de novelas en euskera. Así que la obra fue adquiriendo el volumen que tiene y fue así como me puse en contacto con Bilduma para poder publicarlo.
¿Cómo describiría su artículo?
-Lo que he intentado hacer es la historia de Errenteria vista desde la evolución de una familia. He intentado mezclar las dos historias, y la verdad es que es un tanto difícil.
En esta familia ha habido personas muy destacadas en la historia de la villa.
-Siempre ha sido una familia muy imbricada en la historia de Errenteria. El bisabuelo Olaciregui fue el primer alcalde liberal, que luego se trasladó al exilio; la hija, Candelaria, se casó con José Miguel Bizcarrondo, que era maestro municipal y pariente lejano del bertsolari Bilintx; cuando mueren ellos queda de heredera Ana Bizcarrondo, la madre de Ángela, que también fue maestra municipal y se casó con Florentino Loidi, que era de Orio, no de Errenteria. Las que eran de Errenteria eran las mujeres y son ellas las que se encargaron de traer a los maridos al pueblo. Hasta que con la guerra, Florentino, decidió abandonar la villa.