donostia - “Claro que pediremos a la Diputación que no cambie las lindes de Donostia si los ciudadanos no quieren. Y todos sabemos que no existe esa demanda en Herrera, Bidebieta, Intxaurrondo o Altza”. El alcalde, Juan Karlos Izagirre, respondió así a las mociones presentadas ayer por los tres grupos de la oposición para reivindicar la defensa de los límites territoriales de Donostia ante la reclamación de Pasaia, que quiere incorporar para su municipio parte de los citados barrios. Izagirre añadió que cambiar las lindes tampoco es tan raro, pero que si se hace debe ser porque existe una demanda al respecto entre los vecinos: “En este caso, no quieren ser de Pasaia”.

La respuesta, sin embargo, no convenció a la oposición: “Se esconde bajo la voluntad popular para no dar su opinión en este tema”, criticó el jeltzale Eneko Goia. Para el socialista Ernesto Gasco, las palabras de Izagirre significan que “no se compromete a que San Sebastián siga siendo San Sebastián”. Tampoco el portavoz del PP, Ramón Gómez, se quedó contento con la respuesta.

De todos modos, se aprobaron las mociones de los tres grupos, aunque con algunas correcciones que complicaron la votación y provocaron un pequeño lío en el momento de alzar las manos. Se rechazaron casi todas las modificaciones planteadas por Bildu, de ahí que el Gobierno municipal no apoyara la mayoría de los puntos de las mociones. El resultado del debate es que el Pleno pedirá a la Diputación que desestime las solicitudes de Pasaia y reivindica los límites actuales. Pero no se pedirá a Pasaia que abandone su reclamación como pedía el PP. “¿No le podemos pedir al Ayuntamiento de Pasaia que nos deje en paz?”, preguntó Gómez.

El tema de las mugas fue uno de los que mayor debate provocó en el Pleno ordinario de ayer, una sesión en la que únicamente se aprobó una resolución, relativa al plan especial de Miramon. El resto del encuentro, bastante más corto de lo habitual (concluyó antes de ir a comer), discurrió debatiendo mociones sobre la necesidad de actuar en zonas como Morlans viejo o Gantxegi, sobre el proyecto del bidegorri de Egia, la retirada de carteles de las calles, la demanda de acercar Dbizi a barrios altos, los problemas de accesibilidad en los hogares del jubilado o la petición para que más agentes acompañen a las tamborradas el próximo 20 de enero.

participación La sesión incluyó, asimismo, la comparecencia del concejal de Participación, Axier Jaka, solicitada por Bildu para dar cuenta de la segunda parte del proceso Auzoak eta Herriak Donostia Indar-tzen. Jaka explicó que este año se han celebrado casi medio centenar de reuniones con vecinos (con o sin la participación de representantes municipales) de las cuales se han extraído 220 propuestas concretas que han sido evaluadas y cuantificadas y que se está estudiando su inclusión en los presupuestos de 2015, que se presentarán en diciembre.

El Pleno aprobó, además, por unanimidad reclamar al Gobierno español que apruebe cuanto antes el decreto para subvencionar parte de las actuaciones realizadas por los daños del oleaje de febrero. La moción contó también con el apoyo del PP: “Trabajamos más por los donostiarras que por la marca”, declaró Gómez, aunque apuntó que Madrid ha invertido más de 18 millones en Donostia. La concejala de Servicios Urbanos, Nora Galparsoro, concretó que ese dinero fue para afrontar los daños en sus competencias directas (el espigón, la playa de Gros...) y recordó que fue el Gobierno español quien prometió ayudas para el resto de actuaciones que, diez meses después, siguen sin aprobarse.

Otro de los debates se centró en los problemas surgidos en Lanbide después de efectuar pagos indebidos de la Renta de Garantía de Ingresos que ahora reclama a los perceptores. Algunas de las personas afectadas asistieron al debate en el salón de Plenos, mostrando carteles en los que se identificaba a Lanbide con Bankia. Bildu y PP presentaron sendas mociones para denunciar los errores habidos y pedir que no se responsabilice a los perceptores, aunque el debate sirvió para que el resto de grupos echaran en cara al PP su actitud con este tema en otras instituciones. Finalmente, y tras otra confusa votación, se aprobaron ambas mociones, aunque el PP votó en contra de la suya después de que se aceptara una corrección del PSE-EE que la modificaba pidiendo que se estudien de manera individualizada los casos de las personas afectadas y si tienen o no posibilidad de devolver ese dinero. La moción de Bildu pidió, asimismo, que no se les exija el pago a quienes no puedan afrontarlo.