La escultura de la Paloma de la Paz, de Néstor Basterretxea, sigue por el momento en su actual ubicación en la plaza de Aita Donostia. Los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Donostia coincidieron ayer en negar que existiera una acuerdo entre todos para trasladar a Sagüés esta escultura inaugurada en 1988 en la Zurriola, como aseguró el jueves el alcalde, Juan Karlos Izagirre, por medio de un comunicado. El traslado de una escultura de un punto a otro de la ciudad no requiere de mayorías en el Pleno. Sin embargo, Izagirre aseguró que existía un acuerdo político, algo que negaron tanto el PSE como el PNV y el PP.
Según manifestó el Gobierno municipal, de este modo se cumpliría el deseo del artista, que creó esta obra para estar junto al mar. No obstante, la escultura lleva más de 20 años en Amara y se han empezado a escuchar voces en este barrio en contra de su retirada, ya que la consideran un símbolo.
El portavoz socialista, Ernesto Gasco, aseguró ayer que el alcalde planteó el asunto en la Junta de Portavoces. “Expresamos la necesidad de estudiar el mejor emplazamiento posible en el entorno de la Zurriola, nunca en Sagüés porque hipotecaría futuros proyectos”, dijo el concejal socialista que abogó por consultar con expertos en arte y arquitectura “sin precipitaciones”. “No es a día de hoy una decisión avalada por la Corporación; se quedó que se iba a estudiar y a mirar posibles emplazamientos, sin descartar que permanezca en Amara”, añadió.
También el portavoz del PNV, Eneko Goia, negó que la decisión de quitarla de Amara fuese un acuerdo entre los grupos políticos. “Quedamos en que se iba a estudiar el asunto”, dijo el corporativo, que añadió que recordaba verla desde hace años desde el balcón de su casa familiar.
Por su parte, el portavoz del PP de Donostia, Ramón Gómez, criticó a su vez la afirmación de que existía algún tipo de acuerdo entre los grupos políticos y aludió a los vecinos de Amara. “Los vecinos del barrio están en contra de que se elimine esta escultura de la plaza”, sostuvo.
familia Por su parte, la familia de Basterretxea ha sugerido al Consistorio que se traslade la obra escultórica al final de Sagüés, tras la última cancha deportiva. Según explicó a Radio San Sebastián la hija del artista, Mónica Basterretxea, ese emplazamiento sería el más adecuado porque carece de casas detrás “que desvirtúen la visión de la escultura”.
La decisión de trasladar la obra de la Paloma de la Paz a Sagüés, cuya plaza se denominará Tomás Alba, en alusión al concejal de HB asesinado, podría tener motivos políticos, según sostienen algunos corporativos de la oposición. Estos consideran que el cambio de emplazamiento pretende modificar el sentido de la crítica contra la violencia que materializó Basterretxea hace 26 años con esta creación, que supuso un posicionamiento público contra el clima del momento.