Dos remeros de secano
Los legazpiarras Aritz Segurola e Iñaki Lizarralde reman en el equipo de veteranos de Zumaia. Se aficionaron a este deporte hace ya muchos años y han pasado por varias tripulaciones guipuzcoanas.
Estamos en plena temporada de remo. En las localidades costeras apenas hay otro tema de conversación, pero en las del interior también hay gente que vive este deporte con pasión. Algunos, incluso, hasta el punto de hacerse remeros. Es el caso de Iñaki Lizarralde y Aritz Segurola, que reman en el equipo de veteranos de Zumaia. Mientras en muchos pueblos con gran tradición remera no consiguen sacar equipo de veteranos por lo exigente que es este deporte, estos dos vecinos de Legazpi lo dejan todo para coger el coche, plantarse en Zumaia y meterse en la trainera.
Segurola es azpeitiarra, pero reside en Legazpi. “A los azpeitiarras Zumaia nos cae bastante cerca y bastantes jóvenes de Azkoitia y Azpeitia prueban el remo. En Azpeitia mandan el fútbol y el baloncesto, pero unos amigos me animaron a remar. Tenía ya 22 años y me queda la pena de no haber empezado antes. Cuanto antes se empiece, mejor”.
Remó durante seis años con Zumaia y una temporada más con Trintxerpe. Fue allí donde conoció a Lizarralde. Cuando fue padre, dejó el remo. “Dejé Zumaia poco antes de que el club subiera a la Liga ACT. Conseguimos sujetar el club en los años malos”, recuerda. Le encanta este deporte. “Lo dejé con pena y ahora, gracias al equipo de veteranos, he podido volver. Estuve casi 10 años sin remar y volví hace un año”.
En cuanto a Lizarralde, empezó a remar con 25 años para hacer algo de deporte. “Quería practicar algún deporte, pero no sabía cuál. Me dijeron que valdría para el rugby, pero no me convencieron. Me gustaba seguir la temporada de remo y decidí practicar este deporte. Cogí la guía telefónica y el primer número que encontré fue el de Trintxerpe. Llamé y me dijeron que fuera. Lo último que me esperaba era encontrar a otro legazpiarra. Quedábamos en la rotonda de Laubide para ir juntos a Trintxerpe”.
Pero el club pasaitarra tenía como objetivo subir a la Liga ACT y no había sitio para un novato. “Cuando llegué no tenía ni idea. Hice el invierno con ellos y conseguí aprender algo, pero no había sitio para mí. Me enviaron a Ur-Kirolak. Estaban satisfechos con mi rendimiento, pero querían que acudiera a Donostia varias veces a la semana y no me era posible. Cuando trabajaba en el relevo de mañana, volvía del entrenemiento a las 22.00 horas y a las 6.00 estaba otra vez trabajando. Cuando trabajaba de noche era peor aún: del entrenamiento iba directamente al trabajo. Cuando me tocaba trabajar de tarde, no podía ir a los entrenamientos. Pesaba 118 kilos cuando empecé a remar y ellos vieron cómo había bajado a 90 kilos, pero estaban empeñados en que fuera a Donostia todos los días y lo dejé”.
Durante unos años se dedicó a otros deportes. “Hice la Behobia, participé en carreras de montaña, completé la Goierriko Bi Handiak, formé parte del equipo de giza proba de Legazpi... pero el mar me seguía tirando. El año pasado me encontré con Aritz en fiestas de Hegialde, le comenté que le veía delgado y me dijo que había vuelto al remo. Me contó lo del equipo de veteranos de Zumaia y me animé”.
Buen ambiente Destacan el buen ambiente que se vive en la trainera. “Estamos muy ilusionados e implicados. Hemos comprado la trainera entre todos”. No son los únicos remeros de secano. “Varios compañeros son de Bergara. Los de la costa nos han recibido muy bien. Nos dicen que tenemos mucho mérito. Somos una cuadrilla. Hay que vivirlo”.
Cabe destacar que en el equipo de veteranos de Zumaia hay dos chicas. “La nuestra es la única trainera con mujeres. No habían remado nunca, pero se han acoplado muy bien”. También es reseñable que localidades con tanta tradición como Orio u Hondarribia no tienen equipo de veteranos. “El remo es un deporte muy duro y a partir de cierta edad no es fácil de compaginar con el día a día. La liga de equipos veteranos la formamos diez equipos: Zarautz, Fortuna y Zumaia de Gipuzkoa, Ibaialde de Iparralde, Pontejos de Cantabria y Getxo, Zierbena, Sestao, Deustu-Lutxana y Arkote de Bizkaia”. Zumaia participa como invitada, pues las cuadrillas deben tener una media de edad de 45 años y los zumaiarras no llegan a esa edad.
Estos dos legazpiarras, además de participar en la ABE (liga de veteranos), siguen de cerca las regatas de la ACT y la ARC. Segurola ve a Urdaibai y Orio por encima de los demás, pero no descarta a Hondarribi y los clubes pasaitarras. “A Kaiku le veo peor que otros años. Portugalete tiene buenos remeros, pero me parece que le falta algo”, palabra de remero de secano.