donostia - Es donostiarra y regenta uno de los locales más populares y novedosos de la ciudad, el bar Koh Tao de la calle Bengoetxea. Pero su verdadera vocación es otra bien distinta a la hostelería. Lo que de verdad le gusta a Ana Rodríguez de Almeida es escribir.
Hace tan solo unos meses presentó su segundo trabajo Sólo los perros me saludan, de la editorial Carena, una novela negra que transcurre en la capital guipuzcoana y que engancha desde el principio. Además, mañana, 23 de abril, la autora estará en la feria del libro que se celebra en la plaza de Gipuzkoa de Donostia, concretamente en el stand de Elkar.
Solo los perros me saludan arranca con la aparición de un cadáver, el de un supuesto indigente. El inspector Murillo se hace cargo del caso y enseguida sospecha que hay algo extraño en esa muerte: "Las ropas del difunto no olían a alcohol, y si bien parecían sucias, era sólo debido a la acumulación de manchas imposibles de limpiar; de hecho, al aproximar su gran nariz a la camisa, pudo descubrir lo que le pareció un agradable olor a suavizante". Sin encontrar ninguna pista que le lleve hasta el asesino, el caso queda sin resolver. Pero meses después, Alex y Kike, dos jóvenes detectives contratados por la adinerada sobrina del fallecido, emprenden una nueva investigación. Y así, van desmarañando una red de relaciones imposibles y secretos ocultos en el tiempo que les permitirá dilucidar el oscuro misterio.
La escritora decidió escoger Donostia como escenario de la novela, primero, porque es su ciudad, y segundo porque refleja muy bien esa cadena de relaciones que se retrata en la historia. "¿Cuántas veces has conocido a alguien aquí que conocía a tal, que al mismo tiempo conocía a cual? Pues eso pasa mucho en la novela", explica.
La propia autora asegura que es cierto que la historia engancha, pero que para ella las vidas de los personajes que van surgiendo es aún más interesante. De hecho, ese es uno de los motivos por los que le apasiona escribir. Aunque no recuerda con certeza en qué momento descubrió que esta era su pasión, reconoce que le gustaba mucho leer y que llegó un día en el que quiso contar una historia, Lluvia en la ciudad, su primera novela y autobiográfica. "Luego le coges el gusanillo y te das cuenta de que eso de estar escribiendo te encanta: crear mundos, historias y personajes te llena y lo disfrutas", apunta.
Tanto la primera como la segunda novela las ha publicado con la editorial Carena de Barcelona, con la que afirma estar "muy contenta porque hacen las cosas con mimo".
Ana asegura que como a los músicos, a ella también le da miedo encasillarse. Y que por eso decidió cambiar de género literario en su segundo trabajo: "No quería escribir siempre lo mismo, quería variar y al final lo he conseguido". Declara que se decantó por la novela negra porque su padre "tenía muchísimas novelas de este género y me encantaban, las leí todas".
La autora confiesa estar ya trabajando en su tercera novela y aunque no quiere desvelar aún nada, adelanta que "no será ni autobiográfica, ni novela negra". Esperaremos para ver con qué nos sorprende.