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Un cuarto de siglo al ritmo de la música

la musika eskola josé de azpiazu de oñati, que cuenta con 340 alumnos y un equipo de 15 profesores, cumple este curso 25 años de andadura

Un cuarto de siglo al ritmo de la música

son más de las cuatro de la tarde. Un grupo de niños corretea de un lado para otro esperando a que el reloj marque la hora de entrar a las aulas. De fondo se escucha un saxofón. Frente a él, traduciendo sus soplidos en una pegadiza melodía, se encuentra Santi Mendiola, uno de los alumnos de la escuela de música José de Azpiazu de Oñati. "Tenía curiosidad por aprender a leer partituras. Empecé a recibir clases en 2008, primero de lenguaje musical y a partir de ahí, comenzó mi aventura con el saxo", relata Mendiola, mientras regala un gesto de complicidad a su profesora, Lorea Gómez.

Este año el curso es más especial si cabe en la musika eskola oñatiarra. Cumple un cuarto de siglo al pie del cañón. Y lo hace gozando de buena salud: con 340 alumnos capitaneados por un equipo de quince profesores (más dos trabajadores en tareas administrativas). La conmemoración de las bodas de plata sirvió su plato fuerte en abril del año pasado con la celebración del Musikaldia (la fiesta de la Asociación de Escuelas de Música de Euskal Herria), pero los próximos meses también estarán salpicados de diferentes actos.

¿Cómo inició su andadura la musika eskola? ¿En qué contexto se puso en marcha? El concejal de Cultura de aquel momento, Miguel Ángel Kortabarria, explica que el proyecto vio la luz con el objetivo de cubrir "una necesidad" que existía en el municipio y, al mismo tiempo, "dar un impulso a la música dentro de la cultura".

"Se impartían clases en casas y en algunos locales de la parroquia -a los alumnos se les preparaba para presentarse a los exámenes académicos reglados-, sobre todo de solfeo y algún que otro instrumento", rememora Kortabarria, edil de Euskadiko Ezkerra que participó en el alumbramiento de la escuela junto a otras muchas personas, en su gran mayoría vinculadas a la música, que aportaron su granito de arena para hacer realidad esta ilusionante iniciativa: Ernesto Unzurranzaga, que se encargó de dar forma al contenido del proyecto y su parte burocrática, el alcalde de entonces, Eli Galdos, José Mari Anduaga, Xabier Ugarte, Jesús Mari Valcarlos, Iñaki Aldekoa, Inaxio Ibarrondo, Juan Carlos Irizar, Loli Ordoki...

En unos años en los que Oñati afrontaba diversas actuaciones de gran calado, la petición que había en el pueblo para concentrar la actividad musical en un mismo espacio consiguió abrirse camino. Así en septiembre de 1988, y tras aprobarse el proyecto en el seno del Ayuntamiento, Oñatiko musika eskola -más tarde adoptó su nombre actual, José de Azpiazu, en honor al genial músico y guitarrista oñatiarra (1912-1986)-, echaba a rodar en las escuelas de Errekalde, compartiendo instalaciones con el centro escolar público y el euskaltegi. "Además de solfeo, se comenzó dando clases de piano, acordeón, flauta, chelo, guitarra y canto coral; una oferta que luego se ha ido diversificando", detalla Araceli Guridi que ha vivido la evolución que en estos 25 años ha experimentado la musika eskola. No en vano, es la profesora que está desde los inicios, junto a Arantzazu Bikuña. Esta última recuerda que para estudiar instrumentos "teníamos que desplazarnos hasta otros municipios".

"Yo ofrecía clases de piano en casa, así que el cambio fue importante. En Errekalde contábamos con unas cinco aulas y seis cabinas insonorizadas. Poco a poco la escuela fue cogiendo forma", expone Guridi.

en la actualidad En el 2000, la musika eskola se trasladó a su actual sede, también en Errekalde. En sus más de dos décadas de recorrido ha dado sus frutos. De hecho, ha sabido adaptarse a las exigencias marcadas por el decreto 289/1992 que emitió el Departamento vasco de Educación. "Con esta ley las academias de música pasaron a ser escuelas, perdieron la validez de títulos académicos y se les otorgó una función más social", comenta el director, Aitor Madina, que ocupa estas funciones tras Iñaki Aldekoa (el primero en llevar la batuta), Jesús Mari Valcarlos, Araceli Guridi, Ainhoa Galdos y Arantxa Iturrioz.

Madina incide, asimismo, en que la musika eskola es "mucho más que un lugar donde se enseña a tocar un instrumento". José de Azpiazu alberga en sus aulas a alumnos desde los cuatro años en adelante, que tienen a su alcance una oferta que en estos momentos la integran trece especialidades. Otra de sus señas de identidad son los grupos de distintas modalidades que se han ido creando.

Al hablar de las actuales instalaciones, Madina, que conforma la junta directiva junto a Arantzazu Bikuña y Jaione Intxausti, pone el acento en una serie de carencias. "El emplazamiento no es el más adecuado en lo que a accesibilidad se refiere, requerimos mejores prestaciones acústicas y una adecuación de espacios. La ubicación, por tanto, es algo que se ha puesto sobre la mesa y estamos solicitando un replanteamientonto en ese sentido", añade. Y entre los retos de futuro, el equipo directivo destaca que la musika eskola sea "uno de los referentes en la actividad musical del pueblo".

Lo que está claro es que la música no entiende de edades. Y si no que se lo pregunten a Luis Mugarza, el alumno más veterano con 73 años. Acude a clase los jueves. "La música es algo que tenía pendiente. Antes de venir a la escuela, en 2005, estudié un poco de solfeo con Inaxio Ibarrondo", indica Mugarza que toca el piano bajo las órdenes de Guridi, "Es muy buen alumno", dice la profesora de su discípulo, mientras sonríen al unísono.

Mendiola, por contra, se decantó por el saxo, siguiendo el ejemplo de su hijo y, al igual que él, la primera canción que aprendió a tocar fue el popular tema Yesterday de Los Beatles, con el que deleita a quien firma estas líneas.

celebración En cuanto a los actos conmemorativos del 25º aniversario, por un lado se están recogiendo fotografías antiguas sobre todo de los primeros años de trayectoria de la escuela. Las instantáneas pueden entregarse hasta el próximo día 25 (idazkaritza@jazpiazumusikaeskola.com).

De la misma forma, se va a grabar un CD que está previsto presentar en junio. Pero antes, del 11 a 13 de abril, los alumnos de José de Azpiazu se desplazarán hasta Salou con cuya escuela de música protagonizarán un intercambio. Los catalanes visitarán Oñati en el mes de junio y tomarán parte en el recital especial de fin de curso del día 20. Por otro lado, en torno a sanmigeles, en septiembre, están pensando en organizar un concierto benéfico a favor de alguna asociación que trabaje con niños enfermos, según comentan Bikuña e Intxausti.

"Es gratificante que el proyecto que hemos visto nacer siga adelante", sentencia Kortabarria.