sON pasadas las 16.00 horas y padres y niños hacen cola, sin grandes aglomeraciones, en el hall del recinto ferial Ficoba de Irun. Aguardan, más ansiosos los pequeños que sus progenitores, para coger sus entradas y entrar a disfrutar del PIN, el Parque Infantil de Navidad, que este año 2013 ha llegado a su décima edición.

El PIN estuvo primero en manos de empresas externas, hasta que hace cuatro años, Ficoba hizo suyo el proyecto y se encarga, desde entonces, de organizar el parque como feria propia (al igual que otros grandes eventos a lo largo del año, como son Bioterra o Mendiexpo).

Mónica Alday, directora del PIN, explica que "el objetivo del parque siempre ha sido el mismo: ofrecer a los padres una alternativa de ocio para los niños durante las vacaciones de Navidad, y a los pequeños, invitarles a divertirse a tope, tratando, eso sí, de combinar los contenidos de puro divertimento con otros que fomentan la educación en valores, con un trasfondo pedagógico".

"Es una fórmula que ha funcionado muy bien todos estos años", explica la directora del Parque Infantil de Navidad de Ficoba, quien detalla que "detrás del parque, hay un equipo de unas 35 personas trabajando, entre el personal propio de Ficoba, seguridad, limpieza y por supuesto, los monitores que atienden los espacios que instalan diversas empresas e instituciones".

Entre esos trabajadores abundan, sobre todo en el papel de monitores, jóvenes estudiantes que tienen en el PIN, "una oportunidad de trabajar durante un par de semanas y sacarse algún dinero", como es el caso del irundarra Iker Zaballa, de 27 años.

"Trabajar en el PIN no es tan duro, porque no hay tantas aglomeraciones, salvo los días antes de la apertura oficial, cuando vienen los grupos de colegios; el horario es bueno, por las tardes, y se libra los días de fiesta", explica este joven, veterano ya en el PIN y con amplia experiencia como monitor de tiempo libre y colonias.

El urnietarra Ahetze Etxeberria, de 20 años, trabaja este año por primera vez en el Parque Infantil de Navidad, disfrazado de payaso, en el espacio de Servicios de Txingudi. Afirma que para él está siendo "una bonita experiencia" y le gusta el hecho de ayudar a los niños a "divertirse a la vez que aprenden".

En constante evolución

Novedades cada año

En cuanto al contenido, el PIN de Ficoba intenta, como otros eventos de similares características, "ofrecer cada año algunas cosas nuevas, porque los niños son muy exigentes", explica Mónica Alday. De ahí la constante evolución del parque, que este año también trae sus novedades y que vuelve a ocupar, al completo, el espacio de los tres pabellones principales del recinto ferial.

En el primer pabellón están el espacio para talleres de todo tipo (origami, joyería, maquillaje infantil, taller de chapas, de piruletas de chocolate y este año, como novedad, "un juego de las profesiones, en el que se habla de los distintos oficios pero siempre desde una perspectiva no sexista, sin adjudicar a chicos o chicas un determinado rol", explica la directora del PIN.

Acompañan a los talleres, en este pabellón, otras instalaciones ya habituales, como la zona de consolas Wii, "siempre muy demandada por los niños", una gran pista de coches de radiocontrol o los hinchables, que no pueden faltar.

En el segundo pabellón están la ludoteca para los más pequeños (de cero a tres años), el toro mecánico, la zona de ordenadores Internet&Euskadi (con talleres de impresión en 3D, de robótica o de iniciación a la programación informática) y algunas novedades, como "el nuevo juego sobre reciclaje que ofrece Txingudiko Zerbitzuak, los juegos romanos de la mano del museo Oiasso" (tres, cinco y siete en raya, duodecim scripta, tangram o las tabas) y la que está siendo "una de las grandes atracciones, el juego Battlefield Live, en el que los niños simulan una batalla con fusiles que llevan un puntero láser", explica Mónica Alday.

Por último, el pabellón tres acoge las atracciones de feria más clásicas y otra de las sensaciones de este PIN, el Bubble Soccer, en el que los niños juegan al fútbol moviéndose y rodando sobre sí mismos metidos dentro de grandes balones hinchables.

El PIN terminará el día 4 de enero (con cierre los días de Nochevieja y Año Nuevo) y espera "superar las 9.100 visitas de 2012, una Navidad en la que el tiempo fue casi veraniego", concluye su directora.