Donostia. Una vez finalizada la primera fase de obras de la remodelación urbana de Amara Zaharra, comenzará la segunda. Será en las próximas navidades, cuando se derribarán los edificios de la calle Arroka 4 y 6, algunos de cuyos propietarios podrán trasladarse directamente a los nuevos pisos creados en la primera fase de obras. Para los derribos se aprovechará el periodo de vacaciones escolares con el fin de no entorpecer el tránsito diario de estudiantes por la zona.

Los inmuebles de la calle Arroka que serán derribados no solo cuentan con viviendas, sino, también, con unos ocho locales, donde se ha movido gran parte de la vida social del entorno. El Club Deportivo Vasconia, por ejemplo, es una de las entidades que tendrá que moverse y lo hará a la nueva sede que ya se encuentra lista para su ocupación en la cercana plaza de Arroka.

La demolición de estos dos edificios es imprescindible para crear la nueva vía Estella-Lizarra, que vertebrará el barrio -perpendicular a la calle Easo- y que discurrirá por el solar que ocupan ahora los edificios de Arroka. Esta calle finalizará en su zona alta junto al actual cuartel de la Policía Nacional de Aldapeta, que será demolido el año próximo, según las previsiones. Los agentes de este cuerpo se trasladarán a las instalaciones ya finalizadas de Aldunaene, junto al Urumea, a las que solo resta la urbanización del perímetro y el equipamiento interior.

Una vez demolido el cuartel, podrá proseguir la construcción del edificio de Estella-Lizarra 5, al que se faltan otros cuatro portales por ejecutar, ya que se asentará sobre el solar actual de la Policía y hasta que no se derribe éste no podrá comenzar a crecer.

conexión a larramendi Más adelante, los planes de reforman del barrio incluyen la finalización de la calle Estella-Lizarra y su conexión directa con Larramendi. Para ello será necesario que desaparezcan también los edificios de la calle Easo 22, así como los de la plaza Easo 1 y 2, por cuyos solares pasará la nueva carretera. La demolición de estas construcción, de mejor calidad y estética que otras del barrio, fue objeto de conflicto entre la empresa y sus propietarios, actualmente solucionado.

Aunque la primera fase de las obras de Amara Zaharra se ha completado en los tres años inicialmente previstos, la situación general de crisis no hace pensar que las siguientes fases se ejecuten con celeridad. El plan prevé un total de 536 nuevos pisos, de los que ya son realidad 135, por lo que restan aún 400 para que el proyecto se convierta en realidad. La previsión de terminar la reforma era de ocho años, un periodo que probablemente se alargue, según admiten sus responsables.