Donostia. Alrededor de 120 trabajadoras de las empresas FCC y Valoriza, que prestan sus servicios en la limpieza de los edificios municipales, secundaron ayer la huelga convocada por los sindicatos ELA y LAB para reclamar la negociación del convenio con sus respectivas compañías y no perder así poder adquisitivo, como está sucediendo, según explican las centrales sindicales. Ambos sindicatos se quejan de que, mientras las empresas de limpieza sí han recibido los correspondientes aumentos económicos anuales por parte del Ayuntamiento, las trabajadoras tienen sus salarios congelados.
La huelga afectó a numerosas escuelas como Ikastola Aitor, Amara Berri, Amasorrain, Arantzazuko Ama, Zuhaizti, Harri Berri, Ibai, Igeldo, Intxaurrondo, Jakin-tza, Mendiola, Oleta y Orixe. Pero también a las guarderías Bidebieta, Hirusta, Zubieta y Roteta; las casas de cultura; las bibliotecas de Alderdi Eder, Fermín Calbetón, Constitución y Larratxo; los teatros Victoria Eugenia y Principal, y el museo de San Telmo.
Sin embargo, y dado que la convocatoria era para un único día de huelga, la suciedad no se dejó sentir en exceso en los centros escolares, que habitualmente se repasan por la tarde, después de la jornada escolar, al igual que las guarderías. No sucedió lo mismo en el resto de edificios de propiedad municipal, en los que la pulcritud de las instalaciones fue inferior a la de un día normal.
Concentraciones Las trabajadoras en huelga protagonizaron ayer un total de cuatro concentraciones para llamar la atención sobre su situación. La primera tuvo lugar en la ikastola Orixe, la segunda en el museo de San Telmo, la tercera en el teatro Victoria Eugenia y la cuarta, frente al Ayuntamiento, donde permanecieron un periodo de tiempo con pancartas. La representante de ELA recordó que el Consistorio donostiarra ha prorrogado las mismas condiciones acordadas hace un año con ambas empresas de limpieza, lo que, según recalcó, debería hacer pensar en una solución esperanzadora. Sin embargo, en la tarde de ayer, ninguna de las dos compañías habían dado una cita a las trabajadoras, tal y como han pedido. Asimismo, Iriondo confió en que la solución llegue pronto y no suceda como en el año 2001, cuando el mismo colectivo de trabajadoras de la limpieza de edificios municipales permaneció en huelga 33 días, con el consiguiente quebranto en todos los inmuebles, especiamente los destinados a la educación de los niños.