Donostia. Un grupo de trabajo analizará este año los futuros usos del denominado portaaviones del puerto, entre los que estará el de acoger las nuevas instalaciones de la Cofradía de Pescadores de Donostia, según prevé el Gobierno Vasco. La cofradía, que tuvo que dejar a finales del pasado año su anterior sede ubicada junto al Museo Naval por su delicada situación económica, ha solicitado al Gobierno Vasco un espacio en el portaaviones para poder seguir operando en él.
La directora de Infraestructuras del Ejecutivo Vasco, Almudena Ruiz de Angulo, manifestó a NOTICIAS DE GIPUZKOA que la dirección de Pesca e Infraestructuras está trabajando para crear un espacio en el portaaviones para la cofradía, así como para proveerle de una máquina de hielo y otros elementos de trabajo que necesita. Para concretar algunos detalles, la semana próxima tendrá lugar una reunión con la Federación de Cofradías.
Desde principios de año, los ocho barcos pesqueros que amarran en Donostia descargan el pescado en el puerto donostiarra y, de allí, el género viaja a la lonja de Pasaia por carretera. Los arrantzales están a la espera de reunirse con los responsables del Gobierno Vasco con la esperanza de volver a abrir su central de operaciones.
La pasada semana, tras la presentación de los presupuestos del Gobierno Vasco, la consejera Ana Oregi informó en una comisión de que existe una partida de quince millones de euros para los puertos vascos. En relación con el de Donostia, el departamento de Infraestructuras prevé sustituir el pavimento del muelle de la Jarana y rehabilitar el viejo edificio de la cofradía para que acoja el Servicio Territorial de Puertos de Gipuzkoa y Euskal Kirol Portuak (EKP), que actualmente se encuentra en una caseta cercana al Náutico. Además, se eliminarán las barreras arquitectónicas del edificio.
Por su parte, la caseta de EKP quedará así libre para, por ejemplo, atender a los usuarios de los barcos deportivos. En la actualidad, todos los atraques fijos de los pantalanes del muelle donostiarra están ocupados, por lo que los navegantes turísticos que vienen de Francia, Holanda, Gran Bretaña, Alemania y Dinamarca carecen de lugar para quedarse, según ha detectado Euskal Kirol Portuak.
amarres deportivos La directora de la entidad, Edurne Egaña, considera que es necesario ampliar los amarres de cortesía para los visitantes. "Favoreciendo esa demanda se conseguiría un turismo de calidad que vendría en barco al Festival de Cine, por ejemplo, a la Semana Grande o a cualquier otra fecha del calendario turístico y gastronómico", recalca la directora de EKP, que añade que la presencia de turistas navegantes "redundaría en el desarrollo del comercio y hostelería de la capital guipuzcoana y su entorno".
Por otra parte, entre las ideas que baraja en la actualidad el Gobierno Vasco para el muelle, se encuentra la posibilidad de instalar algún puesto pequeño de venta de pescado "relacionado con los propios protagonistas de la actividad pesquera, para perpetuar el ambiente pesquero y reforzar la oferta de la hostelería", según manifestó la directora de Infraestructuras del Gobierno Vasco. La responsable explicó que "uno de los modelos podría ser Capbreton, en la costa de Aquitania, pero, evidentemente, el puerto de Donostia tiene carácter propio y una gran fuerza". Ruiz de Angulo añadió: "Vamos a hacer las cosas bien, contando con los agentes implicados, ya que se trata de ideas previas que hay que consensuar con mucha gente y, ante todo, verificar su viabilidad socioeconómica".
A finales de 2010, el consejero socialista de Transportes, Iñaki Arriola, anunció la realización de un proyecto para mejorar el puerto donostiarra -con cinco millones de inversión- destinado a reorganizar la dársena, recuperar el edificio de la cofradía y remodelar el portaaviones. Este particular edificio se convertiría, según se anunció, en un "centro de interpretación de la pesca" en el que se podría conocer más de cerca el trabajo de los arrantzales. El objetivo del proyecto era garantizar la supervivencia de la cofradía diversificando la actividad en el muelle. Sin embargo, la idea no llegó a materializarse.