oñati. Un aula con pupitres, partituras, instrumentos musicales, paredes repletas de carteles que anuncian espectáculos, además de una estantería con trofeos y premios, sirve de escenario a esta entrevista. Se trata de la base de operaciones de Ganbara abesbatza: su local del barrio de Errekalde, donde la música coral brota por los cuatro costados. Miren Gurutze Plazaola y Josu Zubia capitanean los coros escolares que mañana se presentarán ante el público. La primera tiene experiencia en estos lares; el segundo, sin embargo, se ha estrenado llevando la batuta. Ambos valoran "muy positivamente" la acogida que en estos primeros meses ha tenido la iniciativa. La cita en Santa Ana (tres euros) será a las 19.00 horas.

'Ikastetxeak Kantari' inició su andadura en octubre, no obstante, la idea de impulsar esta iniciativa comenzó a gestarse hace casi una década.

Miren Gurutze Plazaola (MG.P.): Así es. Se van a cumplir diez años de Ganbara Kantu eskola, que se puso en marcha con el propósito de ir creando cantera, para que de este modo, Oñatiko Ganbara abesbatza, la madre de esta gran familia, pudiera ir contando poco a poco con gente nueva. El último de los escalones para rematar este proyecto era el de acercar la música coral a los centros escolares, que todos tuvieran su propia coral. Txantxiku ikastola tenía un coro, pero en Elkar Hezi y Errekalde Herri Eskola (Urgain) no había algo constante. Les presentamos la iniciativa, la vieron factible y nos pusimos manos a la obra.

¿Cuáles son los objetivos?

Josu Zubia (J.Z.): Extender y fomentar la cultura del canto coral entre la mayor gente posible. En este caso, empezando desde los centros escolares.

En estos meses, ¿cómo se han desarrollado las clases?

MG.P.: Muchos han comenzado absolutamente de cero. A mi grupo, de momento, les he enseñado un poco de folclore, repertorio de cultura tradicional vasca, americana e italiana.

J.Z.: He tocado diferentes estilos musicales: folclore vasco, canciones africanas, inglesas....

¿Qué valoración hacen de este primer asalto del proyecto?

MG.P.: La acogida ha sido muy buena. Hay que tener en cuenta que se trata de una actividad extraescolar. En lo que a mi respecta, las clases -se encarga del coro de Errekalde Herri eskola, mientras que Zubia hace lo propio con el de Elkar Hezi y los dos grupos formados en Txantxiku- son los viernes por la tarde y eso, de entrada, suele ser un poco peliagudo. Pero los niños vienen encantados.

¿Qué valores se transmiten a través del canto o en qué aspectos se profundiza?

MG.P. y J.Z.: Por un lado, una disciplina postural. Aprenden a estar bien sentados, algo que es primordial, no solo para cantar. También se profundiza en la disciplina de grupo, en que se respeten unos a otros y que no haya individualidades. Otro de los puntos claves en los que se pone el acento es en la psicomotricidad, además de enseñarles a memorizar. Ser miembro de un coro es mucho más que cantar. Aporta muchísimas cosas. La música en grupo incide, a su vez, en la socialización, te permite compartir experiencias y eso es muy enriquecedor. Con los coros, asimismo, se pueden hacer actividades y espectáculos de muy diversa índole. No se trata solo de subirse a un escenario y cantar.

Ahora toca presentar al público el fruto de estos primeros meses.

J.Z.: Sí. Por eso el concierto de mañana será un repaso de lo que hemos hecho hasta la fecha. Cada grupo actuará de forma individual y, al final, todos juntos interpretarán cuatro canciones. El programa incluye obras de Disney, rock, alguna pieza romántica, italiana...

MG.P.: De cara a junio se quiere hacer una actuación de toda Ganbara Kantu eskola, incluyendo a los coros de los colegios.

Hablemos de sus experiencias particulares. ¿Cómo comenzaron a coquetear con la música?

MG.P.: Con el piano empecé a los seis años. Cuando dije en casa que quería tocar este instrumento, mi padre me regaló un acordeón. Yo lo tenía claro, aunque hasta sexto curso no tuve un piano (sonríe). He cursado los estudios de magisterio musical y la carrera de piano. Siempre digo que mi trabajo es mi pasión. Es duro, cansado muchas veces, pero disfruto muchísimo y eso es lo más importante. Me surgió la oportunidad de entrar como pianista en Ganbara y desde 2008 dirijo también los talleres de la Kantu eskola. En septiembre de hace dos años comencé a cantar con los mayores. He dirigido un coro en Lazkao y, en estos momentos, estoy al frente de uno infantil en Gabiria y de la coral de la asociación de mujeres Asmube de Beasain.

¿Y en su caso, Josu?

J.Z.: He aterrizado en este mundo un poco por casualidad. Me engancharon hace unos años. Entré a la aventura, no me esperaba que me iba a gustar tanto... (se miran con complicidad). El momento de subir al escenario y sentir el calor del público, es muy satisfactorio. He sido miembro de Ganbara Txiki, Gazte y ahora también de los mayores (tiene 18 años). Hace dos años realicé un curso de dirección de coros que estoy poniendo en práctica con las corales de los centros escolares. Así que me he estrenado llevando la batuta.

En estos momentos, como Oñatiko Ganbara abesbatza, están inmersos en los preparativos de dos concursos, uno de ellos en Austria.

J.Z.: El 6 y 7 de abril asistiremos al certamen coral que se celebrará en Ejea de los Caballeros, en Zaragoza, que ya se ganó en 2003. La cita en Austria, por su parte, tendrá lugar en Spittal del 4 al 8 de julio. Es todo un reto. A nivel internacional participarán coros con mucho nivel y el repertorio se las trae... Son once obras distribuidas en tres categorías: folclore, obras libres y las obligadas. Pero tenemos muchísima ilusión.

Y a partir de septiembre empezarán los aniversarios...

MG.P.: En noviembre Oñatiko Ganbara abesbatza cumplirá 20 años, a lo que hay que sumar el décimo aniversario de la Kantu eskola que se celebrará en el curso 2013-2014. Estamos dándole vueltas al programa conmemorativo. Aunque Josu y yo nos subimos al tren de este gran proyecto cuando estaba en marcha, es muy gratificante formar parte de él. Que ambas efemérides coincidan en el tiempo, va a ser la bomba.