olaberria. ¿Cómo se aficionó al deporte?

De niña no practicaba deporte. Estudié con las monjas de Beasain y allí apenas hacíamos ejercicio, pero mi hermano siempre ha sido muy aficionado. Participaba todos los años en la Behobia-Donostia. A mí me gustaba ir al monte y con 20 años, en 1992, le propuse hacer la Behobia con él. Fue una bonita experiencia.

¿Cuáles fueron sus siguientes pasos?

Solía ir al polideportivo Antzizar de Beasain a entrenar. En aquellos tiempos éramos muy pocas las chicas que practicábamos atletismo y el preparador Pako Aiestaran me propuso trabajar con él. Todavía no había entrado en el mundo del fútbol, estaba haciendo un máster y le interesaba trabajar con deportistas de distintas disciplinas.

¿Qué tal le fue con él?

Muy bien. Fue él quien me enseñó a entrenar con pulsómetro. En aquellos tiempos mucha gente entrenaba basándose en el ritmo y él le daba mucha importancia al pulso. De la mano de Aiestaran hice de todo: cross, pista, media maratón y maratón.

¿Qué resultados consiguió?

En dos ocasiones quedé segunda en la Behobia-Donostia. Tengo una marca bonita: una hora y catorce minutos.

¿Quién fue su 'verdugo' en la Behobia-Donostia?

En ambas ocasiones llegué detrás de María Luisa Irizar. Fueron sus últimos años. Fue una atleta muy especial y fue un honor correr con ella. También coincidí mucho con Amaia Arana. Las dos teníamos parecido nivel y terminamos en el mundo de los maratones. Después, Pako empezó a dedicarse de lleno al fútbol y nuestra relación pasó a ser telefónica. Me seguía dando consejos, pero no era lo mismo. A pesar de ello, fue en aquella época cuando conseguí mi mejor marca.

¿Cuáles fueron sus principales victorias?

Gané algunos campeonatos de Gipuzkoa y tengo muy buenos recuerdos de la Behobia-Donostia, pero el momento más especial lo viví en la primera edición del memorial Josetxo Imaz. Este ordiziarra murió en un accidente de autobús, en el año 2000. Yo también iba en aquel vehículo. Íbamos a Barcelona: Imaz a una prueba y yo de vacaciones, con mi hermana. Él estaba sentado justo detrás nuestro. Imaz murió, mi hermana tuvo heridas en la cara y a mí se me salió la cadera. Al año siguiente se organizó la primera edición del memorial Josetxo Imaz y conseguí ganar. Fue una victoria muy especial, por Imaz y porque había pasado un año muy duro. No sabía si podría volver a correr y ganar aquella carrera fue muy importante para mí. Conseguí disipar todas mis dudas.

Pero después abandonó la competición.

En el año 2002 hice mi mejor marca en el maratón, pero para entonces llevaba ya bastantes años compitiendo. Cada vez me costaba más ir a entrenar. En 2004 quedé tercera en la Behobia, pero a partir de ahí mi nivel empezó a bajar. Entrenaba por mi cuenta, muchas veces sola, y me desanimé. Durante seis años no he competido. Me he limitado a correr por diversión. Creo que acabé saturada.

Pero ha decidido volver a competir.

A la gente que lleva toda la vida corriendo le dio pena que lo dejara y los del equipo Bolitas Anaiak de Ordizia me han convencido para volver. Quedo con ellos una o dos veces a la semana para hacer series. Agradezco mucho tener compañía cuando me toca hacer series. Cuando comencé a entrenar con ellos, competir me daba pereza. Me animé en septiembre y la verdad es que me siento muy a gusto.

¿Ha participado en muchas pruebas?

En bastantes. Pero con esta edad cuesta mucho mantener un ritmo alto. De fondo ando bien, pero los ritmos altos...

A pesar de ello, ha ganado ya una carrera.

Sí, pero hay que tener en cuenta que participó poca gente a causa del mal tiempo. Cada vez corren más chicas y va a ser muy difícil ganar más pruebas. De todos modos, no es ese mi objetivo. Lo que quiero es disfrutar. En la San Silvestre de Beasain, por ejemplo, disfruté una barbaridad. Me animó mucha gente. Me hizo muchísima ilusión que todavía se acordaran de mí.

¿Tiene algún reto en mente?

Me hace ilusión participar en la Azkotia-Azpeitia y en el medio maratón de Donostia. El maratón es muy exigente y no creo que vuelva a correr ninguno. La semana que viene tomaré parte en el cross de Beasain.

¿Qué le han dicho los de casa acerca de su decisión de volver a competir?

Mis padres no se lo tomaron muy bien cuando les dije que iba a volver a competir. Hace algunos años vieron que me exigí mucho a mí misma y acabé saturada y no quieren que vuelva a pasar por lo mismo. Me dicen que me lo tome con calma. De todos modos, han visto que ahora estoy disfrutando y eso les tranquiliza.

¿Tiene intención de seguir corriendo durante mucho tiempo?

Sí. Esta vez me lo he tomado con otra filosofía. No me importa ir detrás. A veces ganaré y en la mayoría de las ocasiones no. La verdad es que nunca he dejado de correr, pues no me quita mucho tiempo y hace que me sienta bien conmigo misma.