Donostia. Aunque parezca difícil de creer la estación de autobuses no se ha construido aún. Tras más de 20 años de discusiones, cambios de ubicaciones y posturas, la corporación donostiarra sigue tratando la cuestión y, en concreto, la oposición (PSE-EE, PP y PNV) lo hace con preocupación.
A pesar de que el alcalde, Juan Karlos Izagirre, ha repetido en varias ocasiones su compromiso por que esta infraestructura se habilite en Atotxa, lugar que no ha sido defendido por su Gobierno (Bildu ha apostado por Riberas de Loiola), parece que los trabajos no están yendo todo lo rápido que se desearía.
Esto es, al menos, lo que denuncian los grupos de la oposición en el Ayuntamiento donostiarra. Después de escuchar ayer a dos responsables de la UTE formada por Transitia, Murias e Iza en la comisión de seguimiento de la estación de autobuses, socialistas, populares y jeltzales se mostraron preocupados. Según afirmaron, los representantes de estas empresas aseguraron que tras haber cumplido con su parte del trabajo es el Ayuntamiento quien no les está concediendo los permisos necesarios para poder comenzar las obras.
"Agradecemos su comparecencia porque nos han dejado clara la situación: no tienen los permisos y no pueden empezar. Esto se está dilatando y corre el peligro de que la estación no esté para 2016", explicó el concejal del PNV, Martín Ibabe.
Por su parte, el portavoz del PP, Ramón Gómez, dijo estar "perplejo". "La UTE ha presentado proyectos hace más de un año y el Ayuntamiento no los aprueba. Desde el punto de vista político esto tiene un responsable: el alcalde. Llevamos 20 años de retraso y los donostiarras no podemos esperar un día más por la estación", dijo.
En este sentido, el edil socialista Ernesto Gasco tildó la reunión de "esperpéntica". "Después de las comparecencias de la empresa adjudicataria y del nuevo director de Movilidad, el panorama tiene más nubarrones que claros. Nuestra preocupación es profundísima", apuntó el anterior responsable de Movilidad.
Según la UTE el periodo de obras, "si todo va bien", será de 24 meses. "Pero visto lo visto se está poniendo en riesgo que se llegue a 2016", indicó Ibabe.
Los corporativos que participaron en la comisión también criticaron la falta de coherencia entre los departamentos de Movilidad y Obras y Proyectos. "Si hace unos días el responsable de Obras y Proyectos decía que la estación no tendría afecciones hoy (por ayer) el discurso del responsable de Movilidad era el contrario. Si dos áreas no llegan a la misma conclusión sobre algo tan básico e importante como esto... Es decepcionante. No hay liderazgo de ningún tipo", añadió el edil jeltzale.
Asimismo, Gasco apuntó que el informe de impacto medioambiental elaborado por la Diputación de Gipuzkoa y que fue recibido en el Ayuntamiento el viernes "no viene a decir nada grave, aunque hay permisos que hay que presentar y si no se hace en plazo van a caducar".