COMIENZAN a surgir las primeras discrepancias entre los diferentes partidos políticos que conforman el Ayuntamiento de Donostia y el ambiente sosegado y tranquilo que se respiró en el Pleno el pasado viernes ha desaparecido. La disputa por la presidencia de las diferentes comisiones ha sido el motivo por el que tanto el Gobierno de Bildu como la oposición han sacado a relucir sus puntos de vista.

Según informó ayer el alcalde Juan Karlos Izagirre, la presidencia de las nueve comisiones del Ayuntamiento ha recaído en los grupos de la oposición a razón de tres para cada uno en virtud de un acuerdo previo entre ellos.

Izagirre mostró su malestar tras conseguir solo la presidencia de la comisión de la Capitalidad Europea de 2016, cuya naturaleza es extraordinaria, mientras que las otras nueve son permanentes. El primer edil acusó a los partidos de la oposición de haber roto la actitud de transparencia y consenso que Bildu estaba practicando: "Se han repartido entre ellos todas las presidencias y vicepresidencias sin consultar en absoluto con este gobierno", señaló el mandatario. A pesar de ello, añadió Izagirre, el ejecutivo seguirá manteniendo su política de acuerdos con el resto de las fuerzas: "Este gobierno mantendrá su apuesta por la búsqueda de consensos y acuerdos entre los diferentes partidos políticos, así como el principio de proporcionalidad". A pesar de su enfado, el alcalde restó importancia al asunto y señaló que el tema de las presidencias no le importaba "en absoluto". "Es muy habitual que estén lideradas por los grupos de la oposición, lo que criticamos son las formas", añadió.

Además, el mandatario anunció los nombramientos del consejo de administración de Tabakalera y los representantes del Ayuntamiento en ese organismo, que se decidieron en la Junta de Gobierno extraordinaria y que serán Nerea Txapartegi (Bildu), Josu Ruiz (Bildu), Marisol Garmendia (PSE-EE), Eneko Goia (PNV) y el propio Juan Karlos Izaguirre, dejando al margen del proyecto al PP.

Eneko Goia, portavoz del PNV, se mostró sorprendido ante el enfado manifestado por Bildu y señaló que los acuerdos llevados a cabo para el reparto de las presidencias se realizaron con "absoluta normalidad". Goia añadió que es "lógico" que las presidencias recaigan en la oposición ya que la función principal de éstas es "controlar al Gobierno". Además, puntualizó que la comisión para el 2016 no tiene esta naturaleza de supervisión, por lo que han apoyado la candidatura de Izagirre como presidente de la misma. Asimismo criticó a Bildu por excluir al PP del consejo de administración de Tabakalera y dijo que "demuestra que todo su discurso sobre proporcionalidad y participación no es más que una fachada".

lluvia de críticas

Controversia

La polémica no se quedó ahí ya que tanto el PP como el PSE-EE criticaron duramente el pacto alcanzado entre Bildu y el PNV para otorgar la vicepresidencia de la comisión de 2016 a Miren Azkarate (PNV). Enrique Ramos, portavoz oficial del PSE-EE, recalcó que la candidata de su partido, Marisol Garmendia anterior delegada de la capitalidad, debía haber sido la elegida por dos motivos. En primer lugar, por su "conocimiento y trayectoria en esta materia", ya que ha participado activamente a lo largo de estos años en el proyecto, y en segundo lugar, porque el PSE-EE es "la segunda fuerza en Donostia". Por último, Ramos calificó como "positivo" el acuerdo entre los tres partidos de la oposición para presidir las comisiones que, según recordó, tienen como función "fiscalizar y controlar la gestión del Gobierno".

Por su parte, la concejala socialista, Marisol Garmendia, definió la actuación de Bildu como "curiosa y preocupante" al no optar por la "experiencia" que ella misma podría aportar a la comisión: "No es un buen comienzo para esta nueva etapa del proyecto de San Sebastián 2016"

El PP también expresó su satisfacción por la constitución de las comisiones y, en concreto, por las que presidirá ya que les permitirá "estar abiertos a la ciudadanía". Respecto al pacto entre Bildu y PNV para la vicepresidencia de la capitalidad, el portavoz del PP, Ramón Gómez, lo calificó como un "grave error" y una "torpeza sin precedentes". Por último, denunció el "juego sucio" de Bildu con el "amparo" del PNV por excluirles del consejo de administración de Tabakalera y que no respetaron el principio de proporcionalidad.