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El Gobierno aprueba su Presupuesto y rechaza 850 enmiendas de la oposición

Solo una decena de propuestas del PP salen adelanteEjecutivo y oposición mantienen posiciones enfrentadas sobre la situación financiera

Donostia. El Gobierno de Donostia (PSE-EE y Aralar-Alternatiba) aprobó ayer en Pleno el Presupuesto para este año, unas cuentas que ascienden a 390,7 millones de euros, y que suponen una reducción del 2% respecto al documento presupuestario de 2010, que sufrió a su vez una merma del 8%.

El borrador presentado por el Ejecutivo local salió ayer adelante sin que se modificara una sola cifra, ya que de las más de 850 enmiendas presentadas por los grupos de la oposición, solo diez fueron aprobadas, todas ellas del PP, y todas sin contenido económico. En la comisión previa se había aceptado una más, del PNV, contraria al sexismo en la gestión municipal. El resto, incluidas las dos enmiendas a la totalidad que aportaron EA y Hamaikabat, fueron rechazadas sistemáticamente por los miembros del equipo liderado por el alcalde, Odón Elorza (PSE-EE).

Donostia cuenta al final de febrero con un documento presupuestario para 2011, este año unos meses antes que en 2010, cuando el Ayuntamiento funcionó sin unas cuentas autorizadas por el Pleno hasta el mes de junio. La palabra "retraso" volvió a pronunciarse en varias ocasiones durante el debate presupuestario en la sesión celebrada ayer, en boca de los portavoces del PP, María José Usandizaga; del PNV, Xabier Ezeizabarrena; y de EA, Ricardo Burutaran. El representante jeltzale criticó no solo el "retraso", sino también "la contumacia" -tenacidad en mantener un error- del Gobierno.

Situación financiera La concejala de Hacienda, Susana García Chueca, defendió al presentar el Presupuesto que la situación financiera del Consistorio es "muy saneada", frente a las críticas del PP, PNV, EA y Hamaikabat, que aseguraban que el documento es "irreal" porque computa ingresos que no se van a producir, fundamentalmente por la venta de algunas parcelas.

La portavoz de Hamaikabat, Jaione Arratibel, denunció la "alarmante" falta de realidad y de participación del Presupuesto, cuando explicaba los motivos por los que había presentado su enmienda a la totalidad del documento. Por su parte, Burutaran, que también pidió la retirada de la propuesta, hizo hincapié en el incumplimiento de los plazos de presentación del borrador, que calificó de "continuista" y "de participativo, cero". Asimismo, espetó al Gobierno que "frente a su visión idílica y demasiado optimista, la gente hace cola ante Etxegintza".

Elorza opinó que las enmiendas a la totalidad no tenían "solvencia" y reclamó "un mayor esfuerzo para aprobar el Presupuesto con una mayoría amplia", mientras uno de los ediles de su grupo, apoyado en el pupitre, se dejaba abrazar por Morfeo -otro concejal de la oposición también dio alguna cabezadita durante la sesión-. Después, el concejal de Urbanismo, Jorge Letamendía, preguntaba a la oposición: "¿En qué mundo de Alicia en el país de las maravillas viven ustedes?", para agregar a continuación que "se nota que se ven en la oposición".

Ezeizabarrena reprobó a Letamendía su "discurso chavista", así como la total ausencia de "conversaciones previas a la aprobación del Presupuesto" con el resto de los grupos para buscar acuerdos, algo en lo que también insistió el edil popular José Luis Arrúe.

El responsable de Urbanismo respondió diciendo que no sabía si interpretar el comentario del PNV como ofensa o halago, y que si querían lanzarle un "piropo", mejor que lo compararan "con Lula o con Obama".

Bilbao, a colación Durante el debate plenario, cada formación expuso los mismos argumentos esgrimidos en el último mes, lo que hizo que la sesión resultara monótona y aburrida. Uno de los clásicos fue la manida comparación de Donostia con Bilbao, lo que, a jucio del portavoz jeltzale, responde al "victimismo" y a la "envidia insana" de los socialistas. Es "inaceptable" que cada bilbaino "reciba casi un 40% más" de su diputación que lo que le corresponde a cada donostiarra de su institución foral, exclamó García Chueca.

Hubo además polémica entre Elorza y los populares, mientras un corporativo de otro grupo hurgaba en sus fosas nasales con aire despistado. El PP exigió a Elorza más "honestidad" y se ensañó con el Gobierno por negarse a reducir los gastos para imprevistos (dos millones de euros), y para propaganda o publicidad. El alcalde se encendió con estos comentarios que, según dijo, "dejan tufillo", y argumentó que, por ahorrar, en algunos actos protocolarios "a veces no se da ni una aceituna".