Hondarribia. La ciudad de Hondarribia tiene desde ayer en marcha su primer ascensor público urbano, que permitirá salvar los entre 20 y 25 metros de altura que existen entre la calle Sabino Arana, a la altura de los jardines de Javier Ugarte, y los aledaños de Bretxa Kalea, ubicada en el Casco Antiguo, justo en la trasera del castillo de Carlos V.

La nueva infraestructura ha tenido un coste de 1,2 millones de euros, sufragados íntegramente por el Estado a través del Plan E de 2010.

En el acto de inauguración de ayer por la tarde, el alcalde, Aitor Kerejeta, señaló que "este ascensor supone un paso más, pero muy importante, en las mejoras de accesibilidad al Casco Antiguo que se han realizado a lo largo de los últimos años; desde la pasarela de San Nikolas y la apertura de la parte inferior del Baluarte de la Reina, hasta la reforma de la antepuerta de Santa María con el Plan E de 2009 o los arreglos en las escaleras de la subida hacia la plaza Obispo".

"A partir de ahora, tanto quienes visiten nuestra ciudad como los vecinos de La Marina y también los del Puntal van a tener un punto de acceso rápido y cómodo al Casco Antiguo y a infraestructuras que allí se ubican, como el Ayuntamiento, la biblioteca o la misma parroquia de la Asunción y el Manzano, a la que acude también mucha gente mayor que ahora podrá hacerlo de forma más cómoda", resaltó el primer edil, tanto en el propio acto de inauguración como en declaraciones previas a este periódico.

Kerejeta señaló también que "además de la propia accesibilidad, hay un segundo motivo por el que este ascensor era necesario, y es el aparcamiento".

En Sabino Arana, Bidasoa Ibilbidea y otras calles de la zona hay un buen número de plazas de aparcamiento, fuera de zona de OTA y que suelen tener bastante espacio libre la mayor parte del año. "Con este ascensor, esperamos que los vecinos de la parte este del Casco Antiguo puedan aparcar allí sus coches y subir a casa de forma rápida, de manera que evitaremos también buena parte del tráfico de vehículos en la zona antigua", resaltó Aitor Kerejeta.

Invasión pacífica Por su parte, Ricardo Arregi, arquitecto del estudio ABR+Arquitectos, autor del proyecto del ascensor, recordó que la zona de la Bretxa era "donde se concentraban los ataques a Hondarribia desde el otro lado del Bidasoa" y explicó que el ascensor tiene el concepto de "por un lado, ser una invasión pacífica del Casco Antiguo y, por otro, quiere configurar un paseo vertical, que permite admirar la belleza extraordinaria de la desembocadura del Bidasoa".

Arregi resaltó también que "con la obra, se han recuperado los paños de muralla descubiertos bajo el terreno, que datan del asedio de 1795 y que obligaron a modificar el sistema de retención del terreno y a desplazar ligeramente la ubicación del propio ascensor".

El subdelegado del Gobierno en Gipuzkoa, Pedro Luis Río, también presente en la inauguración, resaltó que "es una satisfacción ver el resultado de este proyecto, una inversión costosa pero también muy útil y necesaria y que ahora se espera que disfrute todo el mundo".

"Este nuevo ascensor puede también obrar el cambio de chip en las mentes de muchos hondarribiarras, que van a ver a partir de ahora que el Casco Antiguo está mucho más cerca. Esperamos un revulsivo similar a lo que han sido las escaleras mecánicas en el caso del barrio de La Marina", expresó Aitor Kerejeta.