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Donostia estrena un sistema con el que los semáforos priorizan el paso de autobuses

se activa cuando un vehículo lleva retraso para ayudarle a reducirloSe adelanta unos segundos el paso del rojo al verde y se retrasa el cambio inverso cuando llega el bus para cumplir el horario

Donostia estrena un sistema con el que los semáforos priorizan el paso de autobusesFoto: ruben plaza

Donostia. Donostia ha puesto en marcha un sistema de prioridad semafórica que facilita que los autobuses que llevan retraso cumplan con su horario. Se trata de un sistema que conecta las señales de GPS de los vehículos de Dbus con los semáforos de 80 cruces de la ciudad y que se activa cuando los autobuses llevan un retraso de, al menos, dos minutos con su horario establecido.

El sistema funciona de dos maneras: si cuando el vehículo que activa el dispositivo se acerca el semáforo iba a ponerse en rojo, se mantiene unos segundos más verde para permitir que pase; en cambio, si está en rojo, adelanta el cambio al verde también para facilitar que circule el bus sin tener que detenerse. La implantación del dispositivo ya ha comenzado en algunas líneas y concluirá este mismo mes cuando se generalice a todos los servicios de Dbus.

El jefe de Planificación y Servicio de Dbus, Javier Vallejo, explica que la prioridad semafórica se da en ciudades con tranvía como Vitoria. Los vagones tienen un sensor que es detectado por los semáforos y se activan para permitirles pasar. "Eso es organizar la ciudad en función de los pasos del tranvía", asegura Vallejo, al tiempo que añade que eso no es lo que desean hacer en Donostia: "No queremos que la ciudad vaya en función de si pasan o no pasan los autobuses".

"Lo que buscamos es un sistema que se activa sólo en las líneas, en las franjas horarias y en las situaciones de retraso que nosotros estimamos que son importantes", afirma.

Al hilo de este asunto, especifica que sólo se activa el sistema de prioridad cuando el autobús cuenta con un retraso predefinido, "para recuperar el tiempo perdido". Y es que cuando un servicio se retrasa, se acumulan más personas en las paradas y eso incrementa la demora, con lo que "dos minutos de retraso se convierten en cuatro, en cinco y en seis". Y eso, en líneas que "tienen frecuencias de seis minutos", hace que se acumulen en las paradas varios vehículos.

funcionamiento Todos los autobuses de Donostia cuentan con GPS, por lo que no se ha tenido que hacer ningún tipo de instalación especial ni en los vehículos ni en los semáforos para aplicar este nuevo sistema. Sí se han creado puntos de control "virtuales", entre 15 y 30 metros antes de cada uno de los 80 cruces seleccionados. Se trata, en concreto, de los que se encuentran en tramos que se consideran claves para la movilidad de la ciudad como la calle Urbieta, Easo, la Avenida, San Martín, Zurriola, Sancho el Sabio o la avenida de Tolosa, entre otros.

La situación de los vehículos está constantemente vigilada por el centro de control SAE (Sistema de Ayuda a la Explotación) con el que cuenta la Compañía del Tranvía. Cuando un autobús pasa por una parada envía un mensaje a este centro de control para indicárselo, y de este modo puede saberse si el vehículo va retrasado o, por el contrario, adelantado.

Con el nuevo sistema, cuando uno de los autobuses con retraso atraviesa los puntos virtuales establecidos envía una señal al centro de control y éste, a su vez, envía otra, mediante fibra óptica, al control de semáforos del Ayuntamiento, que es quien permite retrasar el cambio al rojo unos segundos más o acelerar el paso al verde.

Vallejo aclara que esas variaciones son sólo de unos segundos: "Un semáforo no va a mantenerse un minuto o dos más en verde", sino que como "máximo" aguantará "entre siete y quince segundos más". En cuanto a la otra opción, explica que el cambio del rojo al verde se adelanta unos diez segundos, para evitar o, al menos, reducir la espera del autobús.

Unos tres metros después de que el autobús pasa el semáforo se encuentra con otro punto virtual de cancelación que envía un mensaje para que el centro coordinador de las señales lumínicas sepa que el vehículo ya ha pasado y se recuperen los tiempos habituales.

El jefe de Planificación y Servicio de Dbus subraya que cada cruce tiene un protocolo de respuesta distinto en función de variables como la cantidad de carriles que tiene la calle y el tiempo que necesitan los peatones para pasar, entre otros. "Los peatones no pueden pasar la calle en dos segundos, por eso siempre se van a respetar los mínimos para que se cruce la carretera", asevera Vallejo.